El reloj de la casa consistorial lucense lleva varios días averiado. Las agujas se quedaron clavadas en las nueve menos cuarto y, por unas jornadas, se prevé que solo marque esa hora.
Aunque el operario municipal encargado de mantenimiento se reincorporó anticipadamente de sus vacaciones para revisar la maquinaria del reloj, no la pudo arreglar ya que es necesario cambiarle una pieza que tiene que hacer un tornero.
No es la primera vez que el histórico reloj se queda parado. Ya el verano pasado, el mismo trabajador tuvo que interrumpir sus días de descanso por otra avería.