Lugo mantiene un incremento constante pero lento de extranjeros incluso en la pandemia

Hay 14.888 extranjeros en situación legal, un millar más que hace un año. Los procedentes de la UE duplican al resto. Rumanía, Portugal, Marruecos y Venezuela aportan las mayores colonias
Los alemanes
Robert y
Janine y Marco
llegaron a
Muras en
agosto, pero
no se conocían
de antes. XESÚS PONTE
photo_camera Los alemanes Robert y Janine y Marco llegaron a Muras en agosto, pero no se conocían de antes. XESÚS PONTE

El incremento, mantenido de forma constante aunque lenta, de los extranjeros que eligen la provincia de Lugo para vivir se constituye en los últimos años como uno de los escasos contrapesos a una igualmente constante pérdida de población. Ese incremento se ha mantenido, e incluso ha subido, durante el año de la pandemia. La aportación de estos nuevos lucenses a la sociedad y la economía locales cada vez es más relevante. En 2020, un total de 2.370 extranjeros solicitaron la residencia en la provincia.

Son datos a tener muy en cuenta ante la celebración, el próximo 31 de marzo, del Día Europeo contra la Despoblación, un fenómeno que amenaza de manera muy directa el futuro de zonas como Lugo, que suma además el problema de una población que cada vez está más envejecida.

La provincia tenía a 30 de junio de 2020 (último dato conocido) 14.888 residentes extranjeros en situación legal, con tarjeta de residencia y libre circulación, bien de la UE o bien del resto de países. Eran 438 más que un semestre antes, y un millar más que a mediados de 2019. Se mantienen así las subidas que han ido registrándose en los últimos años: desde 2015, todos los semestres ha habido aumentos de en torno a las 200 personas, si bien en 2019 y 2020 prácticamente se duplicaron esas cifras. De este modo, Lugo finalizó 2015 con 12.457 residentes extranjeros, 2.431 menos que en la actualidad.

Por lo que respecta a la capital, las altas también reflejan la misma tendencia: 412 en 2015, 548 en 2016, 652 en 2017, 1.307 en 2019 y 623 el año pasado. Cada uno de esos años, por el contrario, se anotaron en torno a 200 bajas.

La colonia venezolana se ha convertido en la más numerosa de las procedentes de Latinoamérica

Por lo que respecta al origen de estos ciudadanos lucenses, hay que destacar que los procedentes de países europeos prácticamente duplican a los del resto del mundo: son 9.448, frente a 5.440. El mayor grupo, no solo de europeos sino en general, lo forman los rumanos, con una colonia de 3.266 personas en la provincia. Le sigue la colonia portuguesa, con 2.273, aunque también destacan los 470 británicos o los 403 italianos que han elegido Lugo como residencia. Los alemanes son 112.

El siguiente grupo con más presencia reúne a los extranjeros procedentes de América Latina (central y del sur), con 3.980 permisos legales de residencia. Entre ellos, llama la atención el gran incremento de venezolanos, cuyo éxodo en los últimos años ha hecho que ya sean la colonia más nutrida: 716 personas. Les siguen brasileños (684), colombianos (683) y dominicanos (642).

MARRUECOS. Por encima de todos ellos, y solo por detrás de rumanos y lusos, se sitúan los procedentes de Marruecos, que suponen 1.730 de los 2.633 africanos que hay censados. Destacan también la población caboverdiana (481) y la originaria de Senegal (168).

A mucha distancia figuran los lucenses originarios de Asia, que sorprendentemente lideran los indonesios (329). La provincia también contabiliza una colonia de 233 chinos y 108 paquistaníes.

Por completar los continentes, dos australianos y un neozelandés también han visto un futuro en la provincia de Lugo. 
 


DESPOBLACIÓN | Galicia Baleira se suma a los actos reivindicativos
La plataforma Galicia Baleira, formada por las asociaciones vecinales de Lugo y Ourense e integrada en la plataforma nacional España Vaciada, anunció su apoyo a los actos que los próximos días se celebraran con motivo del Día Europeo contra la Despoblación.

Entre ellos, este lunes se presentará en el Senado el estudio Next, de Manuel Campo Vidal, y miércoles se leerá un manifiesto y se celebrará una rueda de prensa en el Congreso para informar sobre este problema.

 

"Me quedaré hasta el final de mi vida"

Llegaron a Muras en agosto sin conocerse de nada, uno para invertir parte de lo ahorrado durante años en sus negocios de gastronomía y otros en busca de una nueva vida en un lugar de naturaleza "con aire limpio"

Robert Habel, a sus 60 años, decidió dejar atrás Alemania y buscar un lugar en el que invertir parte de los ahorros de más de cuatro décadas en la hostelería. La pandemia, con las restricciones, genera pérdidas y antes de perder más apostó por dar un giro. Su hijo, con el que habla a diario, se quedó al frente del restaurante de comida thai que abrió hace diez años en Baviera, mientras él se compró una casa en Castiñeiras Grande y otros tres inmuebles en ruinas. "Le voy a hacer una reanimación a este pueblito", dice, y explica que sueña con crear un lugar en el que puedan vivir los mayores y trabajar una huerta o tener animales. "No vivir en una habitación", dice, e indica que también baraja alquilar su casa en vacaciones, cuando él no esté.

"Quería invertir y comprar en Galicia. El sur no me gusta porque hace mucho calor y visité muchos lugares: Monforte, Lugo, Ourense... hasta que encontré esta casa. Estaba amueblada y lista para vivir ", y sentencia: "Me quedaré aquí hasta el final de mi vida". "Es una pena que mucha gente sale fuera de Galicia. A los más jóvenes, no les gusta el trabajo en el campo y no todo es dinero", dice, y asegura que a veces no distingue si está en Muras o en Baviera. "La naturaleza se parece mucho y es el mismo carácter de la gente, un poco cerrados pero amables. Solo se habla una lengua diferente", comenta, mientras Marco Kriener y Janine Koniezka le ayudan.

Ellos llevan más de 20 años en España —su hija Verbena Siloh, cuyo nombre se refiere a una planta, no a la fiesta que descubrieron aquí— y también recalaron en Muras en agosto, tras vivir en Tarifa y Castellar de la Frontera o en Cuevas del Campo (Granada).

"Los alemanes son cabezas cuadradas y buscaba aventura", dice Marco. Él y Janine hacen objetos de madera o cestas que luego venden y trabajan el campo, defienden el autoconsumo. "En Andalucía usaban muchos pesticidas, con el coronavirus todavía más, y decidimos buscar el aire más limpio de España y eso es Galicia", dicen. Así llegaron a Muras, donde los atraparon los bosques y el Eume, y se alquilaron una casa en A Paleira. "La gente es muy amable", explican. Un día vieron un coche alemán en el pueblo. Era Robert. Y se hicieron casi familia.

MÁS TESTIMONIOS
El empresariodominicanoÓscar Osirisposa en ellocutorioque acaba deinaugurar enGarabolos. SEBAS SENANDEÓscar Osiris: "De aquí no me muevo, ya soy lucense"
Llegó procedente de la República Dominicana hace 16 años. Su carácter afable y un indudable positivismo le abrieron las puertas del mercado laboral y le dieron la posibilidad de reunir de nuevo a su familia.
La profesora Aleksandra Dmitrieva reside en Lugo desde hace una década, ciudad donde conoció a su marido. EPAleksandra Dmitrieva: "Lugo acoge muy bien a los extranjeros"
La profesora de idiomas Aleksandra Dmitrieva dejó Moscú hace una década en busca de una estabilidad laboral y sentimental que ha encontrado en la ciudad. Compagina la docencia con la fotografía profesional.
Roselyn Alamilla compagina su trabajo en Cafés Candelas con la gerencia de una tienda en Acea de Olga. EPRoselyn Alamilla, de Venezuela: "Es un buen lugar para criar a tus hijos"
Esta abogada venezolana con antepasados gallegos llegó a Lugo para estudiar en la USC y acabó por crear aquí una familia. Actualmente compagina su negocio con un empleo estable en la empresa Cafés Candelas.
davJuyoung Gam, Yan: "Sigo luchando y vamos a renovarnos"
Esta surcoreana llegó a Barreiros hace años para dedicarse a la agricultura, pero la pandemia se unió al mal tiempo para obligarla a reinventar y modernizar sus cultivos agrarios, en los que sigue viendo gran futuro.