"Vemos que en Barreiros el mínimo es más alto que en Lugo"

Lugo mantiene el consumo de agua en verano

La capital no acusa un descenso en el periodo estival desde que el campus de la USC empezó a perder alumnado. Un municipio como Foz, con tanta actividad turística, consume 2.500 metros cúbicos un día de invierno y 5.400 uno de verano
Bebiendo agua
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El consumo de agua es estable en Lugo a lo largo del año, mientras que en los ayuntamientos mariñanos que reciben turistas en verano el incremento es tal que se llega a duplicar ampliamente.

El gasto en el suministro de agua es de esos datos reveladores de cómo es la vida en un determinado lugar, una cifra que da información por capas. Superficialmente, habla de cuántas personas viven allí, de cómo es el tiempo el año de observación y del tamaño de sus jardines y regadíos, pero habla también de la salud de su industria y de su sector turístico, de las costumbres ahorradoras o despilfarradoras, de lo bien o mal diseñada que está la provisión de ese servicio.

El hecho de que Lugo sea capaz de mantener prácticamente idéntico su gasto en agua sea cual sea el mes del año que se mire entre los 720.000 y 750.000 metros cúbicos de media -con un ligero descenso en los meses de febrero (688.747, en 2014, y 705.641, en el de este año) y un incremento en octubre, gracias al tirón del San Froilán (789.321 litros, el año pasado)-, da fe de los cambios que ha sufrido la ciudad.

Lugo consumía 12 millones de metros cúbicos anuales en 2003, pero la aplicación de medidas de ahorro logró bajar el gasto a 8,8 en 2014

El concejal responsable del servicio, José Manuel Díaz Grandío, explica que el más notable es la reducción generalizada del gasto. "No ano 2003 o consumo total de auga ascendía aos 12 millóns de metros cúbicos. Catro anos despois, no 2007, situábase nos 10 millóns. No 2008 baixou desta cifra, aos 9 e o consumo no 2014 foi de 8,8 millóns. Previsiblemente neste ano manterase estable, posto que é un consumo axustado á realidade do municipio", explica y justifica ese descenso en la mejora del ciclo del agua, la aplicación de medidas de ahorro y el arreglo de fugas que acababan resultando muy gravosas.

La marcha de lucenses a sus lugares de vacaciones y hasta el hecho de que muchos huyan de la ciudad todos los fines de semana de verano a los municipios de costa no cambia el consumo en verano. Sí hubo un tiempo en el que la llegada del calor implicaba un brusco descenso en el gasto, cuando el campus tenía tantos estudiantes que el hecho de que dejasen sus pisos al acabar el curso se hacía notar enseguida. Pero ya no es el caso. El edil recuerda que en el año 2000 había 10.000 estudiantes, mientras que el año pasado estaban matriculados menos de la mitad: 4.300.

"Non hai un descenso moi pronunciado en xullo e agosto, posto que o regadío de parques e xardíns increméntase normalmente por falta de precipitacións. Nos meses estivais, mentras a facturación do subministro de auga en centros escolares baixa, a dos locais de hostelería increméntase. Hai tamén casos de consumo constante, como sucede coas empresas do polígono do Ceao", dice.

FOZ. Sin embargo, en el caso de los ayuntamientos más turísticos sí se cumple el previsible incremento de consumo. En algunos casos, se dobla y hasta se supera el doble. Así ocurre en Foz, cuyo servicio de Aguas, confirma que un día de bajo consumo en invierno se gastan 2.500 metros cúbicos al día, mientras que en agosto se puede consumir de media 5.400 metros cúbicos. Mientras que en un mes como diciembre consumió el año pasado 77.061 metros cúbicos, el pasado mes de julio superó los 140.964 metros cúbicos.

El aumento del riego y del uso del agua por parte de la hostelería compensa el descenso del gasto de los domicilios particulares

Viveiro también sufre oscilaciones similares. Así, de enero a mayo se consumen entre 110.000 y 120.000 metros cúbicos por mes, lo que supone unos 4.000 al día. En la temporada estival crece el consumo, situándose en junio en 130.000, en julio ya oscila entre 150.000 y 160.000, en agosto está entre 170.000 y 180.000 y, ya en septiembre, vuelve a descender hasta los 140.000.

El servicio vivariense, que gestiona la firma Viaqua, apenas registra altas debido a la escasez de obra por la parálisis del sector de la construcción. "Se só veñen en verán, non se dan de baixa, porque o mínimo é 14 metros cúbicos ao trimestre, o que non supón moito se non hai consumo", indica el responsable.

Por su parte, Ribadeo consume entre 70.000 y 95.000 metros cúbicos al mes a lo largo del año, salvo un importante descenso en febrero (en el de este año solo gastó 66.524 metros cúbicos) y un incremento en verano, especialmente notable en agosto. Ese fue el único mes en el que el año pasado los ribadenses y visitantes superaron los 100.000 metros cúbicos de consumo(124.907).

Julio se presenta en la mayor parte de los ayuntamientos mariñanos más turísticos como un mes más tranquilo si se atiende al gasto que realizan en el suministro de agua durante ese mes. En Ribadeo, por ejemplo, la diferencia de un mes a otro del año pasado fue casi de 30.000 metros cúbicos.

Un bando, vigente desde hace varios años, es una prueba evidente de que Barreiros ha compartido problemas en el suministro de agua con lugares más sureños, menos lluviosos y más poblados. Prohíbe utilizar agua de la traída para regar, pero el alcalde, Alfonso Fuente Parga, asegura que tiene un espíritu más concienciador que ahorrador. "É algo que facemos non porque non teñamos auga dabondo para que se puidese facer, senón para concienciar á poboación da importancia de facer un consumo responsable, algo que creo que tamén é importante para nós", explicó.

El regidor insiste en que este verano el suministro no corrió peligro en ningún momento ni fue preciso hacer corte alguno y, sin embargo, admite que el consumo en esta época "sempre se dispara" y que es algo que este año "estase notando de forma moi especial porque a realidade é que non sei a razón, pero temos moita máis xente que en anos anteriores".

El problema más frecuente que sufre el servicio es la bajada de presión puntual en algún punto, pero Fuente Parga explica que este año apenas se ha producido. También puntualizó que, cuando ocurre, se da de forma más habitual en la zona sur del municipio y no en la de las playas, donde se concentra gran parte de la población.

El regidor admite que no conoce los datos de consumo mensual. Este ayuntamiento fue el único que no entregó esas cifras para la redacción de este reportaje, limitándose a indicar que en mayo y junio se consumieron 55.900 metros cúbicos.

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