Unos cuarenta lucenses han sido ya diagnosticados de una alergia a la carne de mamífero después de sufrir la picadura de una garrapata, lo que convierte a la provincia en el lugar de Europa con más casos identificados por el momento. Alergología del Hula fue, además, el servicio que publicó los primeros casos del continente y el primero del mundo en describir la alergia al líquido amniótico de las vacas.
Los diagnósticos más tempranos tuvieron lugar en 2011, cuando ya se habían producido otros en Estados Unidos, pero la alergia era todavía muy desconocida. La mayoría llegaron al hospital de la misma forma, después de una reacción fuerte y brusca que les provocaba una urticaria grave y dificultad para respirar.
En la mayoría de casos esto les pasaba de noche, en pleno sueño y era ese profundo malestar el que los despertaba. Todos habían comido carne de mamífero ese día, por ejemplo una churrascada, y ya habían pasado varias horas desde ese momento.
Esa respuesta postergada es precisamente una de las características más llamativas de esa alergia, una de sus varias excepcionalidades. "Es una alergia muy esquiva, que no nos entraba en los esquemas porque echa por tierra varios de los axiomas básicos de la alergología", explica Joaquín Martín, especialista del Hula que prepara una revisión de todos los casos diagnosticados en el servicio.
No todos los picados por una garrapata desarrollan la alergia ni todos los alérgicos reaccionan cada vez que comen carne
La reacción alérgica suele ser inmediata y esta es diferida. No se produce tras comer carne de mamífero sino mucho después, se cree que cuando, al hacer la digestión, la persona se expone a una cantidad suficiente de alfagal, que es la sustancia ante la que se ha sensibilizado.
Esa es otra rareza: el alfa-gal es un carbohidrato, un azúcar presente en la carne de mamífero, y no una proteína. Las alergias suelen darse ante determinadas proteínas y por primera vez ocurre con un oligosacárido.
Además, no es sistemática. Una persona alérgica a un alimento sufrirá una reacción cada vez que lo coma. No es el caso. Después de comer carne de mamífero, a veces el paciente tiene una reacción leve, a veces grave y a veces ninguna. "Se cree que depende de la forma de cocinarla y también del tipo de carne de la que se trate o de la zona. Por ejemplo, en el caso de los riñones la reacción suele ser más rápida porque se cree que tienen más concentración de alfagal", apunta el doctor Martín.
Otro de los afectados sufrió la reacción que le llevó al hospital después de consumir carne de jabalí. Incluso se pueden dar reacciones tras comer salchichas de ave porque el envoltorio en el que se comercializan suele ser intestino de cerdo. Sin embargo, la mayoría de pacientes diagnosticados en Alergología del Hula toleran sin problemas el jamón serrano curado.
El servicio de Alergología del Hula fue el primero del mundo en describir la alergia al líquido amniótico de las vacas
PICADURA. Los afectados se sensibilizan después de ser picados por una garrapata. En esos casos, la reacción en la zona de la piel a la que se agarra el animal es más duradera que la de otras personas y puede ser visible de uno a dos meses. No hay forma de predecir quién de los picados por una garrapata va a desarrollar la alergia, ni hay en realidad un perfil con características comunes.
En los casos identificados por Alergología del Hula hay pacientes de 13 a 91 años, hombres y mujeres. El 80% reconoce haber sido picado por una garrapata y muchos de ellos, de hecho, llevan tiempo sufriendo urticarias cuando comen carne, pero suelen ser leves y tienden a no darles importancia. No es hasta que la reacción es más grave, incluyendo dificultades respiratorias y a veces digestivas cuando acuden al hospital "Hay un caso en el que sufrió hasta 20 reacciones previas, pero la media son tres episodios", aseguró el doctor Martín.
La garrapata conserva en su aparato digestivo alfa-gal extraído de la carne de algún animal al que picó y lo transfiere a la persona. De esta manera, puede inducir esa sensibilidad a la carne. Pero un 20% de los casos hallados en Lugo no recuerdan haber tenido contacto alguno con ese insecto, lo que puede ser un mero olvido. Sin embargo, el doctor Martín también reconoce que ya se contempla la posibilidad de que se llegue a tener la alergia a alfa-gal de otra manera, sin intervención de garrapata alguna. "Hay un estudio en África que muestra que pacientes con enfermedades parasitarias también desarrollaron alergia a alfa-gal", señala.
Ese carbohidrato está presente solo en la carne de mamífero. Los afectados no pueden comer ternera, cerdo, conejo, cordero, jabalí, corzo o liebre, ni derivados de esa carne. Pero sí pueden tomar con tranquilidad carne de ave, como pollo, pavo o perdiz. También tienen que tener cuidado con gelatinas o gominolas, que pueden tener ese origen animal.
