Lugo es la ciudad gallega con menor oferta de menús para los celíacos

Lugo es la ciudad gallega que cuenta con menos establecimientos de restauración con opciones gastronómicas para celíacos. Resulta contradictorio en un momento que las personas con intolerancia al gluten ya casi representa el 1,8% del total poblacional. Además, se estima que el 75% de las personas con celiaquía están aún sin diagnosticar a pesar de los continuos avances médicos a la hora de detectar esta enfermedad autoinmune.

En la actualidad, aquellos restaurantes que quieran ser distinguidos como aptos para celíacos solo tienen que, una vez cumplidas las evidentes exigencias del proceder culinario, firmar un convenio con la Asociación de Celíacos de Galicia (Acega) en el que se comprometen a ofrecer, por lo menos, un 20 por ciento de opciones sin gluten en su carta.

El acuerdo es completamente gratuito ya que desde hace dos años cuenta con la participación directa de la Xunta, a través de la Consellería de Política Social.

Desde la agrupación de celiacos gallegos explican que en la capital provincial tan solo hay dos restaurantes que cuenten con el distintivo de la Acega -La Oca y Alberto.2- a pesar de que hay muchos establecimientos que sí ofrecen opciones aptas para celíacos.

El motivo resulta extraño: muchas veces se ofrece desde la asociación a este tipo de locales la firma del convenio de colaboración y estos lo desechan sin dar una mayor explicación. Del mismo modo, la Apehl habría descartado en su momento la firma de este acuerdo con la agrupación gallega de celiaquía.

Este hecho hace de la ciudad un lugar complicado para aquellos turistas celíacos que la visiten.

Desde la entidad cuentan que esto solo sería una forma más de promoción para los restaurantes ya que son muchas las personas que llaman a la asociación preguntando por restaurantes donde puedan comer, al percatarse de que prácticamente ningún establecimiento lucense cuenta con el sello que identifique que se trata de un lugar con gastronomía accesible.

Las personas que sufren esta enfermedad sin cura disponen también de una aplicación móvil (Facemovil) que les permite comprobar los restaurantes donde pueden comer o cenar en la ciudad donde se encuentren.

El beneficio sería, por tanto, mutuo: las personas celíacas y su entorno -intolerante o no- podrán disfrutar de la gastronomía lucense, a la vez que los restaurantes amplían el radio de posible clientela. Según los datos que manejan desde la Acega, los establecimientos adheridos experimentan de media una subida de las ventas de en torno al 10 o 20 por ciento. Porque cuando un celíaco acude a un sitio a comer o a cenar lo hace, en la mayoría de los casos, con familia o amigos que no lo son.

El hecho de que un miembro del grupo no pueda consumir la comida que ahí se ofrece hace que el establecimiento de restauración quede automáticamente descartado y se pierda así una importante oportunidad de negocia para los establecimientos hosteleros. El boca a boca entre los celíacos es algo muy común y que forma parte de su forma de vivir una enfermedad que les vino impuesta.

Sinsartén. En cuanto a los puntos de distribución de alimentación, es decir, negocios de comida preparada, el asunto no pinta mejor. Solo un establecimiento, Sinsartén (Praza do Rei, 17), ofrece platos sin gluten.

Es necesario tener en cuenta las graves consecuencias para la salud de una persona que sufra esta patología que se exponga a una comida que contenga gluten.

Más allá de un mala digestión, una persona intolerante que ingiera gluten puede llegar a sufrir un shock anafiláctico.