Lugo desiste de fijar requisitos para las casetas del pulpo como se exigen en otras ciudades

En la feria del marisco de O Grove o en las fiestas de la Peregrina de Pontevedra se valora la solvencia económica y técnica, como se hacía antes en San Froilán, lo que da más garantías pero limita mucho la competencia
Interior de una de las casetas de Bruxa, el año pasado
photo_camera Interior de una de las casetas de Bruxa, el año pasado

El gobierno local se mantiene en la idea de repetir el concurso público para adjudicar las casetas y calderos del pulpo de San Froilán que quedaron libres al renunciar la Bruxa Consulting en las mismas condiciones que lo hizo el año pasado, sin los requisitos de solvencia que en el pasado sí pedía y que en otras ferias y fiestas gallegas se mantienen. Es el caso, por ejemplo, de la popular feria del marisco de O Grove, o de la fiestas de A Peregrina de Pontevedra.

En O Grove el protagonismo de la restauración es total y la mayoría de los puestos los gestiona directamente el Concello, que compra el producto y contrata los cocineros y el resto del personal. Sin embargo, recurre a concesiones para los productos que resultan más complicados, tanto por logística como por preparación, como es el caso del pulpo. "Nas bases de contratación pídese que acrediten a capacidade para desenvolver o traballo, porque son moitos quilos e loxicamente repercute na imaxe que dá o Concello", explicaron ayer desde alcaldía.

El año pasado, el Concello recurrió a esta fórmula para el arroz de mariscos, los berberechos, las navajas, las ostras y el pulpo. En la web municipal no es posible consultar el pliego de condiciones que se empleó, pero sí los requisitos que se exigieron para el servicio de cafetería: "Además de las condiciones exigidas por la ley, la adjudicataria deberá disponer de una organización con los elementos y materiales suficientes para la debida ejecución del contrato. Asimismo, los empresarios deberán contar con la habilitación empresarial o profesional que, en su caso, sea exigible para la realización de la actividad".

En el caso del pulpo de Lugo, llega con que la habilitación profesional se acredite a la hora de confirmar la oferta. No se exige para pujar, lo que el año pasado contribuyó a que se compitiera y ganara la mayor parte de los puestos una persona, el meirego Javier Irimia, que se presentó a través de una empresa instrumental (una consultora) que compró después.

En las fiestas de A Peregrina la parte de restauración no tiene tanto peso porque lo que se busca es dar negocio a los establecimientos de la ciudad, explica el gobierno local, y además hay unas mismas bases para todos los puestos (carruseles, tómbolas, churrerías, puestos de bocadillos, rosquillas...). Sin embargo, para poder optar a un espacio se exige solvencia económica y técnica. Así, se pide acreditar que el volumen de negocio del licitador (referido al año de mayor volumen de los tres últimos) sea igual o superior a una vez y media el importe de las tasas por los dos años de duración de la concesión. Los licitadores también tienen que presentar una relación de actividades iguales o similares prestadas en los últimos cinco años. Asimismo, se pide que estén dados de alta en el impuesto de actividades económicas en el epígrafe correspondiente y que incluya dentro de su ámbito de actividad "como mínimo o territorial de Pontevedra".

Las condiciones que establecen O Grove y Pontevedra suponen un mayor control de la actividad que se concesiona, pero limitan mucho más la participación, que es justo lo que el Concello de Lugo intenta evitar con el cambio que el pasado hizo en las bases del pulpo por iniciativa de los técnicos municipales, según aseguró entonces el gobierno. En la anterior convocatoria (2011) sí se exigía solvencia económica, financiera y técnica, pero se decidió suprimirla en consonancia con las directivas europeas que buscan fomentar la competencia. Por esa razón, y porque hacerlo ahora supondría un agravio para quienes compitieron el año pasado, el gobierno reiteró este miércoles que no hará cambios en las bases.

Las condiciones del concurso, junto al hecho de que se hizo muy tarde, contribuyeron a que el año pasado se hiciera con la mayor parte del negocio una persona sin experiencia y que tuvo muchas dificultades para prestar el servicio. Pese a todo, cumplió, pero este año no pudo pagar en plazo por un "problema personal" y critica que no se le diera más margen.