Lugo comienza a aplicar en su urbanismo la perspectiva de género

El Concello ya exige a los promotores que sus proyectos contemplen este aspecto a la hora de diseñar sus tramas

El proyecto del túnel de la estación de Lugo.EP
photo_camera El proyecto del túnel de la estación de Lugo.EP

LUGO. El juez responsable de violencia de género en Lugo, Sergio Orduña, dio la voz de alarma recientemente durante su intervención en unas jornadas sobre la sensación de inseguridad que le transmitían las mujeres que tenían que utilizar el punto de encuentro para las visitas supervisadas a sus hijos.

El callejón lateral de la Diputación en el que está situado está tan mal iluminado que muchas de las mujeres tienen miedo, y más teniendo en cuenta que la inmensa mayoría han tenido problemas de violencia con sus exparejas. Orduña explicó que había solicitado a Concello, Diputación y Xunta que se instalaran más puntos de luz, pero sin éxito.

Es solo un ejemplo de los muchos puntos negros para la mujer que se pueden localizar en la ciudad, algunos tan usados como los paseos del Miño o del Rato, donde no es extraño ver a grupos de mujeres que quedan para practicar deporte juntas y evitar así el riesgo que supone ir solas por allí cuando ya ha anochecido.

PUNTOS NEGROS En la actuación de la conexión de la ciudad con el cinturón verde se están haciendo estudio para mejorar la seguridad 

CINTURÓN VERDE. La cara de la moneda es que este cinturón verde es, por ejemplo, una de las zonas en las que el Concello se dispone a aplicar el urbanismo con perspectiva de género en sus próximas actuaciones. Así lo explica la arquitecta municipal Susana Penedo, encargada de supervisar el planeamiento de la ciudad y los planes parciales: "En el Plan Xeral, el cinturón verde de la ciudad son las orillas del Miño, el Rato y el Fervedoira. Con el Dusi se va a actuar en la conexión de la ciudad con esa parte del paseo del Miño, y las actuaciones irán destinadas a mejorar también la seguridad y la iluminación, se hacen estudios específicos para eso".

Pero "más que proyectos concretos", aclara Penedo, "se trata de una estrategia que se aplicará a todas las actuaciones". De hecho, el Concello ya está exigiendo informes de género para los proyectos urbanísticos, que tiene que adjuntar el promotor.

No obstante, no ha elaborado todavía un mapa de puntos negros, ya que "no se puede obviar que Lugo tiene un casco histórico medieval, con calles estrechas, con una trama urbana con pequeñas plazas, escondrijos... Son puntos de riesgo que ya existen y es muy difícil corregir", indica esta arquitecta, que considera que el objetivo es "que los nuevos desarrollos urbanos eviten ese tipo de escondrijos, que los espacios públicos estén vigilados visualmente para que no haya percepción de inseguridad".

A CHEDA El Concello está buscando soluciones de género para los tres proyectos que se han presentado para la zona de A Cheda

CATÁLOGO DE SOLUCIONES. Lo que sí se está haciendo es crear un catálogo, que se publicará próximamente, "de soluciones urbanas inclusivas, jerarquizando espacios... Es una base para que la gente que vaya a hacer a partir de ahora cualquier intervención en la ciudad tenga los objetivos claros". Y, más directamente, actuando sobre los planes parciales que están siendo informados en este momento, como es el caso de los tres desarrollos urbanísticos que se han presentado para la zona de A Cheda.

Penedo reconoce que en este caso "tenemos la suerte de que aunque sean promotores diferentes los podemos ver en conjunto. Y la mayoría lo entienden, mientras mantengan sus metros cuadrados de edificación". Por ejemplo, detalla, "uno tenía los equipamientos (colegio, centro de salud...) de una manera y no estaban en relación con los de la ciudad. Había claramente una línea en el Plan Xeral que marcaba dónde se tenían que ubicar los equipamientos y no se había tenido en cuenta a la hora de trazar unas calles. O calles estrechas, o que la perspectiva daba lugar a esquinas difíciles... Hay que cumplir unos determinados anchos de calle y unas alturas de los edificios para favorecer la entrada de luz, que no haya espacios oscuros". También se controlan detalles cómo dónde situar las paradas autobús o los contenedores.

Otra de las condiciones que se están vigilando es que en los nuevos espacios públicos "se generen plazas abiertas, no solo calles. Son zonas de relación en las que tú te socializas con vecinos que luego te pueden echar una mano en caso de necesidad. Eso es también calidad de vida. El ejemplo son las zonas peatonales, como la nueva Praza da Milagrosa", ejemplifica la arquitecta municipal.

"El túnel de la estación intermodal será más una calle cubierta que un pasadizo"

Susana Penedo pone como ejemplo de las intervenciones que se están realizando para impulsar el urbanismo de género el proyecto de la estación intermodal y su conexión con el espacio urbano.

"Pedimos", asegura la arquitecta, "que no hubiera escaleras que interrumpan visualmente el espacio de la plaza, que no haya zonas oscuras... Y se va a conectar con el parque con un pasadizo que más que túnel es un espacio urbano, con unas dimensiones importantes, es como una calle cubierta. Eso es importante, porque si creas un pasadizo generas inseguridad, pero no si creas casi una calle bien iluminada".

Algo similar a la que se pretende con la pasarela proyectada sobre la Nacional VI, cuyas escaleras tendrán "un recorrido circular para que no haya ángulos muertos. Se hace precisamente para evitar el paso mal iluminado bajo la carretera". Del mismo modo, el ascensor que se acaba de colocar en As Fontiñas es acristalado, se ve todo el interior.

Y el Plan Xeral de Lugo, recuerda Penedo, ya prohíbe "grandes áreas comerciales en las plantas bajas de un edificio residencial, porque eso provoca exclusión social. Se elimina el comercio de barrio, y si los bajos están ocupados por tiendas y negocios operativos, te da mayor seguridad".

 

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