Lucía Méndez: "Soy una chica de pueblo que logró ser periodista"

La ganadora del Premio Puro Cora reivindica el periodismo "sencillo" que va al lugar de los hechos y el que "molesta al poder sin arrogancia"

Lucía Méndez Prada. EP
photo_camera Lucía Méndez Prada. EP

Lucía Méndez tiene muy presentes sus orígenes en una localidad de Zamora, por lo que se acordó de Pedro J. Ramírez cuando le comunicó que había ganado el premio Puro Cora: "Triunfar en Lugo es llegar a la cima del mundo para alguien de Zamora o de Logroño" —el exdirector de El Mundo es logroñés—.

"Yo también soy de provincias y también trabajé en un periódico de provincias centenario, como este, periódicos que han soportado bien el paso del tiempo y que son como los aristócratas de la opinión pública y la democracia", destacó.

Ella percibe esos diarios como medios "que se modernizan a la vez que miman sus tradiciones, como este propio premio. Periódicos más pegados a la tierra y al paisaje de la realidad que los grandes medios nacionales, que suelen confundir Madrid con España".

Quiso definirse como "uno de esos fantasmas de la España rural que habitan en la capital. De un país despoblado que pronto dejará de existir" y como "una chica de
pueblo que es periodista porque siempre quiso serlo".

Ese camino lo lleva haciendo en El Mundo desde hace treinta años. La periodista se enorgulleció de no haber abandonado nunca "la infantería de la profesión". "El respeto y la consideración de mis compañeros, también ahora de este grupo editor de El Progreso, son lo más valioso que tengo", remarcó.

Los periódicos centenarios como El Progreso se modernizan a la vez que miman sus tradiciones

La ganadora del Puro Cora no esquivó afrontar los retos en su discurso. Si bien indicó que la entrega del Puro Cora era "un momento de celebración del periodismo" y defendió que "los periódicos siguen en pie, tercos, tenaces y testarudos frente a las oscuras predicciones de su ocaso final", reconoció que están "en guardia permanente" en un panorama que tiende a lo tecnológico.

Lucía Méndez quiso llamar la atención sobre que "los periódicos siguen envolviendo el pescado de mañana, según el dicho, y ahora también dejando la inmensa huella digital en el nuevo territorio sin reglas ni jerarquías, en el que cualquiera con un móvil en la mano puede decir que es periodista".

A continuación hizo un alegato a favor del "periodismo sencillo, en el periodista que va al lugar de los hechos, el que habla con los protagonistas, y cuenta las cosas tal y como sucedieron". En su apreciación "hace falta más calle y menos redes sociales" porque ella no cree "en el periodismo del selfie, obsesivamente autorreferencial, ni en el periodismo que linda con el activismo político si es que no lo traspasa".

Su periodismo es "el que molesta al poder sin arrogancia ni presumir de su trascendencia; que no agrede, ni insulta, ni va por la vida de salvador de nada ni de nadie; en el periodismo empático, que pueda ponerse en el lugar del otro, incluso si el otro pertenece a la clase política".

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