Los lucenses tendrán que esperar hasta 2022 para disfrutar de una playa fluvial

El Ayuntamiento alega que será "díficil, por no decir imposible", la construcción de una zona de baño pública este año

Los lucenses tendrán que aguardar hasta el verano de 2022, como mínimo, para disfrutar de una playa fluvial de uso público en la ribera del Miño, según indicaron desde la alcaldía, pues ven "difícil, por no decir imposible" que esta zona de baño sea una realidad este mismo año.

El proyecto fue ya una antigua ambición del anterior gobierno socialista y una demanda tanto por parte de la oposición municipal como de los ciudadanos de Lugo, que no cuentan con un área delimitada de baño de dominio público.

La dificultad recaía en la obtención de los permisos medioambientales necesarios, ya que el lugar donde se planteaba en un principio, en el entorno de Los Robles, es una zona de protección de la Rede Natura. Años después, el actual gobierno local propuso su creación río abajo, junto a un parque infantil que se encuentra próximo al Pazo Provincial dos Deportes.

La Diputación sigue con su implicación en el proyecto de esta playa y mantiene una aportación económica de 250.000 euros

En esta ocasión, el Ayuntamiento y la Diputación unieron fuerzas para encauzar definitivamente el proyecto de una zona de baño de uso público a orillas del Miño pero, nuevamente, su materialización quedó enmarcada bajo un limbo legal. Así las cosas, los presupuestos municipales del 2018 reflejaban una aportación económica del organismo provincial de 250.000 euros para impulsar la creación de la playa fluvial.

Pese a la dilatación en la concesión de permisos por parte de la Confederación Hidrográfica Miño- Sil sobre la petición de ambos organismos, avaladas por informes técnicos, la Diputación Provincial sigue inmersa en este proyecto y mantiene la cuantía económica para que la playa fluvial de uso público de Lugo sea una realidad algún día.

Múltiples cambios y estudios del proyecto inicial no hicieron sino retrasar un deseo común para la mayoría de los lucenses, sobre todo en la época estival: contar con una playa fluvial pública, próxima al centro y con amplias zonas de esparcimiento.

El proyecto contaría con varias estructuras modulares temporales flotantes, que serían desmontadas en verano para evitar las crecidas del río. También se incluyó en su diseño zonas delimitadas para grupos de edad.

CALDAS. En este sentido, el Ayuntamiento de Lugo también elaboró en paralelo el proyecto de construcción de unas caldas termales con la ayuda de fondos Dusi, cuya ubicación estaría próxima al Pazo de Feiras e Congresos. En principio, su presentación está prevista para el mes de febrero, según confirmaron fuentes municipales, aunque esta fecha podría dilatarse en el tiempo.

En este caso, el Ayuntamiento ya cuenta con los permisos de la Confederación Hidrográfica y de Patrimonio para avanzar en la construcción de las caldas. Todas las administraciones adscritas a esta iniciativa están convencidas que las caldas termales incrementarán el atractivo turístico de Lugo y funcionarán como reclamo.

El Ayuntamiento estima que el periodo de ejecución de las obras es de un año y próximamente se prevé realizar el estudio geotécnico de los terrenos en donde se ubicarán definitivamente.

La filosofía del plan Dusi en esta zona impulsará una mayor accesibilidad de los lucenses a esta área cercana al Miño y pondrá en valor los orígenes romanos de la ciudad, puesto que se busca un vínculo histórico con las termas bimilenarias de la ciudad, así como revitalizar una zona por donde discurre una parte del Camino Primitivo.

Caldas termales ► Cuatro pozas de agua caliente
El edificio que alberga las caldas termales tendrá una superficie de 370 metros cuadrados rodeado de una área verde de 84.000 metros cuadrados. El proyecto contempla seis pozas, cuatro de ellas de agua caliente, con una profundidad de entre los 60 y 90 centímetros, y dos pediluvios, de agua fría. Se surtirán de la red de abastecimiento municipal.

Aerotermia
Las caldas de Lugo se calentarán por aerotermia. Este sistema no precisa hacer instalación bajo tierra, con lo que se reduce el gasto energético.

359.764 euros
La aerotermia es un sistema de climatización que sirve para calentar y para refrigerar, y su y su uso está muy extendido, sobre todo en instalaciones que necesitan un gran aporte de calor para el ambiente o para calentar agua, como piscinas, balnearios o centros comerciales.

El anteproyecto de la caldas estimaba que el gasto anual de mantenimiento sería de unos 10.000 euros, cifra que se elevará ligeramente al ser la aerotermia un sistema un poco menos eficiente.

A cambio, la obra, presupuestada en 359.754 euros, será más barata.

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