La mascarilla ya forma parte de la normalidad de los lucenses, que se sumaron masivamente a su uso obligatorio. Es más, los ciudadanos se han concienciado tanto de la importancia de llevarla que no son raros en la calle los gestos de reprobación a quien no la utiliza.
La obligación, así, se asumió con plena normalidad y en supermercados, comercios o farmacias ya nadie hacía amago ayer de entrar sin antes cubrirse la cara. En las peluquerías, por ejemplo, ya se normalizó desde el primer día de apertura y en los salones de belleza nadie pone reparos a cubrirse.
La distribución masiva en las farmacias ha contribuido a que se generalice el uso incluso en espacios no concurridos
Hay que tener una mascarilla a mano por si es preciso su uso
En las calles son también una gran mayoría los que caminan con la mascarilla puesta, aunque solo es obligatoria si no se puede garantizar la distancia de seguridad con otras personas. No obstante, son muchos los que la portan incluso en calles solitarias y hasta cuando van solos en el coche. Con todo, quienes no la llevan puesta sí están obligados a llevar consigo una con la que puedan cubrirse en cuando se dé una situación de aglomeración en la que no sea posible mantener la distancia de seguridad con otras personas.
La sanción puede ser de 600 euros, pero no hubo en Lugo
Los ciudadanos se toparon este jueves con patrullas de las policías Local y Nacional que daban instrucciones a personas que iban sin mascarilla para que se la pusieran en zonas concurridas, como la Praza Maior. Con todo, no hubo mayores problemas y tampoco hubo sanciones. La directriz era básicamente informar, explicaba ayer el portavoz de la Policía Nacional. También en la Policía Local informaban de que se controló el uso y no fueron precisas sanciones. Las multas por no usarla cuando se exija pueden ser de 600 euros.
Vigilancia: la Policía Nacional y la Local se dedicaron ayer a advertir a los ciudadanos de la obligatoriedad de usar la mascarilla
La práctica de deporte, un motivo de exención en el uso
Aunque sea obligatoria en principio, también para los niños mayores de seis años, hay situaciones en las que no se exigirá la mascarilla, por ejemplo todas las actividades de deporte al aire libre. También hay personas que, por enfermedad y siempre que lo justifiquen, podrán evitarla.
La distribución en farmacias está del todo normalizada
A la normalidad en la implantación del uso obligatorio de las mascarillas contribuyó de forma esencial el hecho de que el abastecimiento está ya normalizado. Las farmacias no tienen ya el problema de suministro que hubo semanas atrás y satisfacen con normalidad la demanda. Los precios, además, se han normalizado. Las quirúrgicas, cuyo precio reguló el Gobierno, se venden a 96 céntimos. Las FFP2, cuyo uso se ha generalizado mucho, se pueden conseguir por 3,95 euros.
Niños: la normativa obliga a cubrirse a todas las personas desde los 6 años, si bien hay excepciones por enfermedad
SUBVENCIONES. El coste para las familias llevó ayer a la Ocu a pedir que se regulen los precios de los distintos tipos de mascarillas y a abogar por la concesión de ayuda para la compra a los colectivos más vulnerables. También la asociación que agrupa a las familias numerosas pidió ayudas para afrontar el gasto.
REUTILIZACIÓN. Si se conservan para un segundo uso, las mascarillas deben guardarse en un sobre de papel o una bolsa transpirable. No deben nunca guardarse en el bolso o en bolsillos.