Una lucense roba en un súper y lo achaca a una depresión al morir su esposo

La acusada, con varios antecedentes por hurto, alegó que tenía un "trastorno ansioso" por el fallecimiento repentino de su marido 6 años antes

Una lucense juzgada por robar artículos en un supermercado de la capital lo achacó en el juicio a una depresión que supuestamente arrastraba desde el fallecimiento de su marido, seis años antes.

El juez concluye sin embargo que la mujer "no tenía alteradas o limitadas sus facultades mentales de comprensión y voluntad cuando cometió el hecho delictivo", por lo que la considera autora de un delito de hurto. Inicialmente, la mujer fue condenada a seis meses de cárcel, pero recurrió la sentencia y la Audiencia le rebajó la condena a una multa de 270 euros, al considerar que algunos de sus antecedentes no son computables a efectos de reincidencia.

Según se recoge en la sentencia, el pasado 6 de mayo, sobre las nueve y media de la noche, la mujer entró en el supermercado Lidl, en la Avenida Infanta Elena, y escondió entre la ropa varios artículos, que fueron valorados en 85 euros. La acusada salió del establecimiento sin pagar y los empleados llamaron a la Policía Nacional, que la interceptó en la Avenida Paulo Fabio Máximo, cuando iba en dirección al parque de bomberos.

Antes de estos dos casos, la mujer ya había sido condenada otras seis veces por delitos de hurto

Los agentes recuperaron los artículos y detuvieron a la mujer, que fue juzgada en el Penal número 2. En la vista oral, el letrado de la defensa explicó que la acusada padecía un "trastorno ansioso depresivo" desde el fallecimiento de su esposo de forma repentina en 2011. Contó también que tenía varios hijos "con problemas" y que estaba a tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico. El juez reconoce "la complicada situación vital" de la acusada, pero concluye que cuando sustrajo los artículos era consciente de sus actos.

La mujer también fue juzgada por otro hurto en la tienda de Zara Home de la Praza de Santo Domingo y el mismo juez le impuso trece meses de cárcel, pero también recurrió el fallo y la Audiencia le rebajó la pena a otra multa de 270 euros.

En ese caso, la mujer entró en la tienda acompañada de un hombre y sustrajo dos fundas nórdicas y una funda de almohada, valorados en 141 euros. Una dependienta los vio y llamó a la Policía, que localizó a la acusada en Quiroga Ballesteros.

En este caso, el abogado de la defensa puso en duda en el juicio la identificación que realizó la dependienta, al considerarla vaga. "La mujer autora de la sustracción pudo ser su hermana y no ella", dijo. Sin embargo, el juez explica en la sentencia que la empleada de Zara Home reconoció a la autora del robo sin ningún género de dudas y la identificó "perfectamente" porque ya había tenido otros incidentes anteriores con ella.

Antes de estos dos casos, la mujer ya había sido condenada otras seis veces por delitos de hurto.