Un lucense que presuntamente violó a la nieta de su pareja, una niña que tenía 13 años de edad, se sentará el próximo lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Lugo para ser juzgado por un delito de agresión sexual.
La menor y sus familiares prestarán declaración a puerta cerrada durante la vista oral con el fin de preservar que esta no sea identificada. Ella probablemente lo hará tras un biombo para no cruzarse con el procesado.
El fiscal solicita para el acusado una condena de 14 años de prisión, así como que no se pueda acercar a la víctima a menos de 500 metros ni comunicarse con ella a través de cualquier medio durante 16 años; libertad vigilada durante 10 e inhabilitación durante seis para ejercer la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento.
Además, el ministerio público solicita que el procesado indemnice a la niña con 12.000 euros por los daños morales que le ha ocasionado.
El ministerio público reclama también 10 años de libertad vigilada y una indemnización de 12.000 euros
La agresión sexual tuvo lugar el pasado 6 de septiembre. El acusado, que se encuentra desde entonces en prisión provisional, mantenía desde hacía 12 años una relación estable con la abuela de la menor. De hecho la víctima solía llamarlo abuelo.
Tras una comida familiar, el procesado se ofreció a llevar a la menor a casa de sus padres. Durante el trayecto hizo un alto en la vivienda de su madre, que es nonagenaria, con el pretexto de recoger unas cosas.
Cuando se encontraba en uno de los dormitorios del domicilio, el procesado llamó a la menor. Esta se lo encontró en calzoncillos. Entonces la sentó en la cama, la desnudó y presuntamente abusó de ella.
La víctima "gritó y pidió ayuda" y el procesado le conminó a que se callase "si no quería que la atase con un cinturón", según la acusación formulada por el ministerio público.
La Audiencia Provincial ya anuló antes del juicio las pruebas halladas en el registro en el domicilio del acusado porque no contó con asistencia letrada
Antes de la celebración del juicio la Audiencia Provincial de Lugo acordó anular la diligencia de entrada y registro policial realizada en el domicilio del investigado, porque se llevó a cabo sin que este «hubiese prestado su consentimiento expreso en presencia letrada».
Por este motivo esta instancia judicial también anuló las pruebas halladas en la ropa de cama del dormitorio en el que presuntamente tuvo lugar la agresión sexual, efectos en los que al parecer se habían identificado restos biológicos de la menor.
