Los ambulantes dejan Frigsa por las nuevas imposiciones del Concello

Agentes del cuerpo nacional y local les advirtieron de que no podían situar sus coches en las zonas ajardinadas y los comerciantes se fueron ya que necesitan ese espacio para colocar sus furgonetas y los probadores
Los comerciantes de Frigsa abandonan el mercadillo
photo_camera Los comerciantes de Frigsa abandonan el mercadillo

Los vendedores ambulantes que normalmente se colocan en el mercadillo de Frigsa, que se celebra todos los viernes en Lugo, han dejado la zona ante las nuevas imposiciones del Concello. Fue a raíz de un control realizado por la Policía Local de Lugo para comprobar que todos tenían licencia y permiso y advertirles de que no podían montar sus puestos ni en las aceras ni en los jardines del Parque de Frigsa, porque así lo establece la ordenanza municipal.

Los ambulantes, que se quejan de una actuación desproporcionada y sin aviso previo, argumentan que necesitan tener sus furgonetas cerca para poder trabajar, ya que en ellas tienen sus mercancías, y además emplean esas zonas para ubicar los probadores.  

Al insistir los agentes en la aplicación de la norma, explicaron fuentes de la Policía, los vendedores ambulantes levantaron sus puestos y dejaron desierto el espacio que normalmente ocupa, los viernes, este populoso mercado. Aducen que en las aceras solo colocan los coches donde tienen los productos que venden. Por eso, ante la imposibilidad de colocar los vehículos, optaron por irse.

Seis patrullas de Policía, cuatro de la Local y dos de la Nacional, fueron las que intervinieron en el operativo. Según informaron fuentes oficiales, la Policía Local solicitó apoyo al Cuerpo Nacional de Policía para efectuar ese control, en el que se realizó una inspección por los diferentes puestos para comprobar que todos los vendedores tienen "licencia de venta ambulante" y el correspondiente permiso para instalarse en el mercadillo de Frigsa.

Por su parte, el Cuerpo Nacional de Policía envió a una patrulla de la Brigada de Extranjería para comprobar que los vendedores extranjeros tienen "los papeles en regla" y residen legalmente en nuestro país. 


El despliegue policial suscitó una notable sorpresa entre los clientes del propio mercadillo de Frigsa, hasta el punto de que algunos preguntaron a través de las redes sociales qué había sucedido para justificar la presencia de todos esos agentes.