Los restaurantes se llenarán este fin de semana con las cenas de empresa

Hay locales de Lugo que ya no tienen reserva para viernes ni el sábado desde hace más de 15 días, debido a que el calendario obliga a concentrar las celebraciones en estas fechas
El marisco es un plato en peligro de extinción en las cenas de empresa en Navidad
photo_camera El marisco es un plato en peligro de extinción en las cenas de empresa en Navidad

Los que a estas alturas del calendario no tengan cerrada su cena de empresa o de grupo de amigos para brindar por la Navidad lo tienen crudo. Los restaurantes de la capital lucense, salvo excepciones, ya no tienen mesas disponibles para mañana o el sábado, días en los que se concentran este año este tipo de celebraciones. La otra alternativa es el viernes 23, pero condicionada porque los comensales se echen atrás ante la posibilidad de que la temible resaca pueda deslucir el entrañable festejo familiar de ese fin de semana.

"Desde hace 15 días no tenemos ningún sitio e incluso me quedo corto", asegura José Antonio Núñez, uno de los propietarios del restaurante Fonte do Rei, que en sus dos establecimientos tiene previstos unos 300 comensales en total para cenar el viernes y el sábado.

Alberto García, que tendrá completos sus comedores del Mesón de Alberto con un centenar de personas en cada una de esas dos noches, asegura que cuenta con "reservas desde hace un mes e incluso hay una cena para este sábado encargada desde el año pasado".

PROBLEMA DE FECHAS. El calendario ha obligado a los organizadores de estos encuentros de confraternidad a ser más previsores de la cuenta, ya que las celebraciones se concentran este fin de semana, debido a que el pasado no era propicio al ser la festividad de la Constitución y de la Inmaculada y el siguiente tampoco porque será Nochebuena.

"A ponte da Constitución nunca é unha ponte de comidas. A xente aproveita para ir ás aldeas, de matanza ou a neve, se a hai", precisa Manuel Expósito. El dueño del Manuel Manuel, que tendrá unos 120 invitados por noche, explica que "faría falta outro restaurante porque venres e sábado temos cheo".

Lo mismo le sucede a Antonio Lorenzo, que acogerá en su establecimiento, la parrillada Antonio, a un centenar de comensales cada noche, repartidos, según dice, "en grupos de 30 o 35 personas" de media.

Las cenas de empresa y de grupos de amigos no suelen ser propicias para los dispendios. No hay hueco para el marisco. Los asistentes ajustan el precio en los vinos y en las bebidas espirituosas. El precio medio de los menús se mueven entre los 25 y los 35 euros, según los restaurantes de la capital lucense consultados.

"Tenemos cuatro menús especiales para estos días. No se suele coger el más barato ni el más caro", apunta José Antonio Núñez.

Los menús se cierran de antemano. En estas celebraciones no se suele comer a la carta. Los organizadores optan por entrantes (tres o cuatro) y un plato principal de carne o pescado. Regado por un tinto y un blanco y completado con postre y café.

VISIONES DIFERENTES. No hay una opinión común entre los restauradores de si los asistentes se rascan más el bolsillo cuando parece que ha llegado la recuperación económica.

Alberto García dice que "este año, como el pasado, las cenas son de más presupuesto y con más solicitudes". Antonio Lorenzo dice que en su caso, en el que lleva "tres años manteniendo los precios", la situación sigue "más o menos igual".

Manuel Expósito asegura que "non se ve euforia" y que en estas cenas "hay austeridad, con presupuestos al mínimo". Este empresario asegura que "a expresión dos comensais é ‘por xuntarnos’".

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