Mientras algunas administraciones como la central se afanan este mes en ultimar sus presupuestos para el próximo año, la capital lucense espera que entre los planes de los departamentos con más peso inversor, como el Ministerio de Fomento o la Consellería de Infraestruturas, figuren algunos de los proyectos de mejora de los accesos a la ciudad que quedaron aparcados durante los años de recortes. Al mismo tiempo, el Concello, sigue sin ejecutar las mejoras prometidas en entradas a Lugo, como el desdoblamiento de dos tramos pendientes en la Avenida Infanta Elena, una obra que el concejal de PP Antonio Ameijide recordaba ayer que el pleno municipal consideró en diciembre pasado una prioridad por lo que instó al gobierno local a trabajar para ejecutarla cuanto antes.
Aun así, el acceso que a la ciudad que peor imagen ofrece a los visitantes es la carretera de A Fervedoira, donde los conductores pasan de una vía de doble carril en A Campiña a un sinuoso y estrecho trazado hasta el Sagrado Corazón, que presenta además deficiencias de seguridad.
Sobre estos problemas también incidió el concejal popular, quien recuerda que el Concello es titular desde 2011 de este antiguo tramo de la N-640, por lo que atribuye al gobierno local la responsabilidad en la corrección de «situacións de claro risco que se están a xerar» en este tramo, como las que asegura que se registran en las paradas de autobús, «ás que se chega sen que haxa beirarrúas». También se lamenta Ameijide de los problemas de iluminación de esta carretera, que cuando tenía competencias sobre ella el Ministerio de Fomento se llegó a contemplar su desdoblamiento hasta la entrada a la ciudad.
El PP critica la falta de avances en proyectos del Concello y pregunta por la anunciada obras de la rotonda de As Termas
Sin embargo, este fue uno de los proyectos que quedaron en los cajones del ministerio, como ocurrió también con el desdoblamiento e iluminación de la Ronda Norte, una obra comprometida en 2006 y para la que ni siquiera llegó a haber proyecto.
Desde entonces, también fueron anunciados por los diferentes titulares del ministerio otros desdoblamientos que siguen sin ejecutarse, como el de la N-VI entre A Tolda y O Ceao. Este proyecto, que había sido retomado por el departamento de Fomento durante la etapa de Ana Pastor, incluye la construcción de accesos a la ciudad a través del nuevo puente sobre el Miño, que pasarían por una ampliación del enlace con A Volta da Viña y la ubicación de una rotonda en el peligroso acceso a la Avenida Afonso X.
Pero de momento nada se sabe de esta promesa, al igual que ocurre con otras realizadas por Pastor antes de haberse convertido en presidenta del Congreso, como ocurre con la creación de dos pasarelas para salvar la N-VI en el entorno del estadio Ángel Carro, donde se echa en falta sobre todo durante los partidos de fútbol del CD Lugo, o en la Ronda Norte en As Gándaras, en la que la ausencia de iluminación la convierte en una vía especialmente peligrosa para los peatones.
RONDA ESTE. La Xunta también tiene pendientes de ejecutar mejoras en las vías de acceso y circunvalación a la ciudad, como la prolongación de la Ronda Este, una obra que la Consellería de Infraestruturas aparcó en su momento, pero que permitiría cerrar la circunvalación paralela a la autovía A-6 entre A Tolda y el parque empresarial de As Gándaras.
El desarrollo de esta nueva zona industrial, que tras la rebaja en el precio de las parcelas y las bonificaciones en el impuesto de construcción ha visto como proliferaron las naves, también precisaría en el futuro de una entrada independiente desde la autovía, para descongesionar el tráfico que en las horas punta tiene la Avenida Benigno Rivera.
Asimismo, la entrada por la carretera de A Fonsagrada y, en especial, el tramo de la calle San Eufrasio a la altura de Castelo, precisan de mejoras en la seguridad, ya que los vecinos de este barrio alertan de que hay vehículos que no respetan ni los límites de velocidad ni los pasos de peatones.
