Si queda desierto el Concello se reserva acciones legales

Los hosteleros dudan si irán a la subasta de las dos casetas del pulpo vacantes

La incertidumbre de los posibles postores surge por la mala experiencia del año pasado, en la que el empresario Javier Irimia se hizo con la adjudicación, y porque consideran que la subida del precio del cefalópodo reduce los márgenes
Una de las casetas que instaló Javier Irimia el año pasado
photo_camera Una de las casetas que instaló Javier Irimia el año pasado

El Concello de Lugo abrió este lunes el plazo para la presentación de ofertas para instalar dos casetas y dos calderos del pulpo en las fiestas de San Froilán para este año y los dos próximos. Son los espacios públicos que quedaron vacantes porque el gobierno local se los retiró al empleado de banca meirego Javier Irimia, de Bruxa Consulting, tras no desembolsar el canon correspondiente al presente ejercicio.

Este plazo arranca con más sombras que luces sobre si habrá postores. Los dos empresarios que llevaban años acudiendo a las patronales que se quedaron en 2016 sin caseta ni caldero, Ramiro López de La Palloza y Juan Pazo de Aurora do Carballiño, no han deshojado todavía la margarita de si concurrirán o no esta vez a la subasta.

"Sinceramente, muchas ganas no tengo de ir a la subasta. Quedé muy desilusionado y me funcionó muy bien el año pasado la caseta en La Palloza durante el San Froilán", afirmó este lunes Ramiro López, que aclaró que aún no ha tomado una decisión, en la que precisó que pesará la opinión de su familia.

Juan Pazo, que es hijo de la empresaria Aurora do Carballiño, introdujo otro elemento que siembra incertidumbre sobre su concurrencia a la puja, el precio del pulpo. Aseguró que este "se ha duplicado" en los dos últimos años, por lo que demanda que el Concello de Lugo suba el que fija por ración para las patronales de octubre.

El empresario Juan Pazo considera que habría que subir los precios de la ración del pulpo fijados durante las fiestas

Explicó que el pulpo que se sirve en el San Froilán cuesta actualmente "14 o 15 euros" el kilo, "siete euros más" que hace un par de años.

LOS CRITERIOS, EN CUESTIÓN. Este empresario se preguntó además cuáles son los criterios en los que se basan los técnicos municipales para establecer el precio al que hay que cobrar la ración del pulpo en las casetas durante el San Froilán.

Ese es uno de los motivos que ha llevado a otros hosteleros lucenses que instalan restaurantes móviles en grandes fiestas a lo largo de toda la geografía española a desistir de presentar ofertas a las de Lugo.

Juan Pazo añadió un segundo factor que, a su juicio, debería influir en que se baje el precio mínimo de licitación que ha establecido el Concello de Lugo para las dos casetas y los dos calderos vacantes. Considera que el San Froilán se ha devaluado con el "patético" servicio que, a su entender, prestó Javier Irimia el año pasado. De hecho augura que visitantes que se desplazaban de otras provincias a degustar el pulpo a las patronales no lo harán.

A esa incertidumbre de si concurrirán postores a la subasta, se suma lo apurado de los plazos. La licitación, que fue publicada este lunes en el Boletín Oficial de la Provincia, se abre dos meses después de que el Concello de Lugo le retirase la concesión a Javier Irimia. El plazo de presentación de ofertas es ahora de 30 días hábiles, por lo que no concluirá hasta el 23 de agosto, por lo que quedaría para resolver cualquier incidencia poco más de un mes para la fecha en la que podrían instalarse.

IMPORTES. El precio mínimo de licitación fijado para la caseta número 1, la más cercana a la Rúa Doutor García Portela, que solía ocupar Aurora do Carballiño antes del desembarco del empresario meirego, es de 18.772,79 euros y para la 3, que durante años gestionó La Palloza, es ligeramente inferior, 16.627,33.

En el caso de los calderos, el número 1 tiene un precio de salida para cada uno de los tres años de 11.714,22 euros y el otro 10.375, 46 euros.

Esos 57.490 euros que suman en total entre las dos casetas y los dos calderos distan mucho de los 92.488 euros que ofreció Javier Irimia para hacerse el año pasado con ellos.

El licitador que presente la propuesta económicamente más ventajosa estará obligado a depositar una garantía del 5% del importe anual oferta.

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