Los delincuentes que se dedican a buscar negocio en los bienes ajenos fijan a menudo su objetivo en los polígonos industriales y Lugo no es una excepción. De hecho, en el último trimestre, los empresarios de la capital denunciaron una decena de robos cometidos en las zonas empresariales.
La mayor parte de los latrocinios denunciados desde principios de abril se registraron en el polígono de O Ceao -ya que es donde se concentra el mayor volumen de negocios-, aunque los cacos también actuaron en naves de As Gándaras, A Louzaneta y A Campiña.
Esta sucesión de robos puso en vilo a la Policía Nacional de Lugo, que aumentó la vigilancia en estas zonas. Tal y como señaló el portavoz policial, la presencia de las patrullas es «constante» y se incrementó también el número de controles esporádicos en los accesos y en las proximidades de los polígonos. «Se controlan personas y vehículos, sobre todo furgonetas y camiones», matizó.
La presencia de los agentes sirve en ocasiones para disuadir a los delincuentes o para frustrar su objetivo. Otras veces, las alarmas cumplen su función y los amigos de lo ajeno se marchan con las manos vacías ante la inminente llegada de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
«Con frecuencia», explican desde comisaría, «los ladrones consiguen entrar en las naves pero después no logran llevarse nada, como sucedió recientemente en una empresa de O Ceao. Hay muchos casos que quedan en conatos». El portavoz policial hace referencia a la tentativa de robo registrada a principios de mayo en una de las plantas de fabricación de la empresa Ingapan.
En esa ocasión, las cámaras de vigilancia de la instalaciones grabaron a cuatro individuos que actuaban con los rostros cubiertos y encapuchados, además de llevar guantes para no dejar huellas a su paso.
Los cacos se encaramaron de madrugada al tejado de la nave, realizaron varios agujeros, y se descolgaron sobre los vestuarios de la fábrica. Sin embargo, no pudieron evitar que saltaran las alarmas y se fueron sin llevarse el botín.
Unos días después de este suceso, los ladrones entraron en otra nave de O Ceao, propiedad de una empresa de recambios automovilísticos. Los cacos realizaron un butrón en la pared trasera de las instalaciones, pero también se marcharon con las manos vacías.
Uno de los robos más destacados de todos los que se denunciaron en el último trimestre se produjo a principios de abril en una empresa de aluminio del citado polígono, donde sustrajeron un camión cargado con material.
Para acceder al recinto, los ladrones forzaron el bombín de la puerta de entrada y una vez dentro revolvieron las oficinas en busca de dinero o de algún artículo de valor. Finalmente, se marcharon del polígono a bordo de un camión de la empresa.
El vehículo apareció tan solo unas horas más tarde en el término municipal de Outeiro de Rei, ya que tenía un localizador que facilitó su hallazgo. Al parecer presentaba pocos daños materiales, pero estaba completamente vacío.
Este suceso se produjo de madrugada y en fin de semana, cuando son más frecuentes este tipo de sustracciones. De hecho, casi todos los robos registrados en estas zonas se cometieron entre el viernes a la tarde y el lunes a la mañana, cuando se reduce la actividad empresarial y los cacos tienen la esperanza de campar a sus anchas sin ser descubiertos por la Policía.
Incidencia Las sustracciones en los polígonos son a menudo los fines de semana, entre sábado por la tarde y lunes por la mañana Prevención Los agentes aumentaron el número de controles de personas y vehículos en los accesos e inmediaciones de las zonas empresariales
