Los catamaranes en desuso sirven como punto de ocio para los bañistas

Algunos asiduos al río denuncian que se trata de una costumbre peligrosa, pues para acceder a ellos hay que cruzar una zona con mucha corriente

Bañista en el catamarán. EP
photo_camera Bañista en el catamarán. EP

Los catamaranes de la Diputación que solían recorrer tramos del río llevando a turistas tienen ahora un nuevo uso. Este año el servicio no se puso en marcha porque el Miño va demasiado bajo a su paso por Lugo como para permitir que naveguen esas embarcaciones, de forma que permanecen amarradas y son punto de encuentro para algunos bañistas, que acceden a ellos desde el río.

Sin embargo, otros bañistas conocedores del río consideran necesario que se impida el acceso a los catamaranes porque creen que los jóvenes que se suben a ellos corren un peligro innecesario. Explican que para llegar al punto en el que se encuentran tienen que cruzar casi todo el ancho del río a nado y hacerlo por un punto en el que hay fuertes corrientes. Además se trata de corrientes que no son visibles a simple vista y que sorprenden al bañista cuando ya se encuentra en ellas. Inicialmente, las embarcaciones parecen estar en una zona de aguas calmas pero, en realidad, no es así.

Por ese motivo, piden que se controle el acceso a los catamaranes y se inste a los bañistas a renunciar de nadar hasta ese punto, ya que advierten de que puede darse alguna situación de peligro.

Algunos usuarios piden que se limite el acceso a las embarcaciones, varadas porque el río lleva este verano muy poca agua

PANTALÁN. El pantalán de Os Robles sigue contando estos días con mucha afluencia de bañistas, ya que se trata del punto público de acceso al río más próximo a la ciudad. Numerosos jóvenes acuden cada tarde a la zona para darse un chapuzón en el río, bajo la supervisión de dos integrantes de Protección Civil por cada turno.

Pese al elevado número de usuarios que tiene el embarcadero, este sigue estando precariamente amarrado, sujeto solo por dos cables a sendos postes de luz tumbados sobre el río y clavados en la tierra de la orilla.

El pantalán supone una plataforma de acceso al Miño resbaladiza y poco firme, que pese a todo cuenta con numerosos usuarios debido a que es la forma más sencilla de meterse en el río y, además, tiene próximas las instalaciones de Os Robles, así como una zona de hierba cuidada, con puntos de sol y de sombra. Los usuarios coinciden en que el embarcadero se queda pequeño en los días de más calor.

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