Los agricultores de la Ribeira Sacra viajan a León para obtener el carné de fitosanitarios

El endurecimiento de las condiciones para obtener el carné de aplicador y manipulador de productos fitosanitarios y especialmente para comprar determinados sulfatos y tratamientos provoca que desde hace un tiempo los agricultores de la Ribeira Sacra, especialmente aquellos relacionados con el sector vitivinícola, peregrinen a la comunidad de Castilla-León para hacerse con el permiso.

Cada semana salen autobuses de Monforte y O Saviñao con vecinos que optan por recurrir a localidades cercanas como Ponferrada y Toral de los Vados para completar la formación y pasar los exámenes.

Las personas que siguieron este procedimiento en las últimas semanas explican que en la comunidad autónoma vecina los requisitos son más flexibles y las pruebas más asequibles. Añaden que en Galicia hay menos exámenes y hay lista de espera para los cursos. Insisten en que precisan el título porque la campaña está a la vuelta de la esquina. Además, el carné obtenido en Castilla-León es válido en la comunidad gallega.

Otro de los contratiempos para los cursillistas es internet. En algunos casos hay que hacer determinados requisitos a través de la red y, en una comunidad autónoma donde la población está especialmente envejecida, el uso de las nuevas tecnologías es limitado.

EL ORIGEN. Desde hace más de una década para utilizar determinados productos fitosanitarios en la huerta, los frutales, el cereal o el viñedo es necesario contar con un carné que acredite que el agricultor está capacitado para manipular los sulfatos y herbicidas. Ese permiso también es necesario para comprar determinados artículos o cantidades.

La normativa que regula todo los relacionado con los fitosanitarios es europea, aunque se deja un margen a las comunidades autónomas para precisar y desarrollar determinadas cuestiones.

En el caso gallego, el Departamento de Medio Rural abogó por formar a la población gradualmente y hacer cumplir la normativa de manera progresiva. Eso derivó en una situación ambigua y, por ejemplo, aunque los cursos para obtener la titulación llevan años impartiéndose, hasta hace pocos meses un particular no tenía problemas para comprar fitosanitarios aunque no tuviese el carné. En la teoría le hacía falta la licencia pero en la práctica, no se la pedían. Sin embargo, según explicaron desde varios establecimientos especializados, eso está cambiando y las inspecciones obligan a adaptarse a la ley.

Los trabajadores que despachan los productos tienen que disponer de la formación en grado cualificado y cuando venden la mercancía deben llevar un registro en el que figure a qué carné se le entrega cada producto, algo que se controla con los números de lote. Además, puede haber inspecciones en las parcelas y que se le requiera al agricultor que muestre su carné e indique dónde compró los fitosanitarios.

La Xunta ofrece la formación para obtener el permiso en varios de sus centros. En el caso de la Ribeira Sacra la referencia es el Centro de Formación Agroforestal de Monforte. Sin embargo, en las últimas semanas no se impartió ningún curso y en la página web de la consellería de Medio Rural tampoco hay ninguna previsión al respecto para las próximas fechas, aunque personal relacionado con el centro explicó a este diario que normalmente los cursos salen entre febrero y marzo y que se están organizando ahora.

La otra alternativa es formarse en una academia privada y hacer los exámenes en el centro de la Xunta. La empresa Pondal de Monforte es una de las autorizadas para dar esa formación y su personal afirmó este sábado que se está cerrando un grupo para los próximos días. 

En León el sistema es similar pero parece haber más flexibilidad con horarios y exámenes.