Lo contrario de 'House'

Raúl Veiga proyecta el día 23 en el Hula su documental 'El médico atento', que refleja las sutilezas de la relación médico-paciente y en el que interviene el internista Emilio Casariego
El médico Emilio Casariego y el realizador Raúl Veiga
photo_camera El médico Emilio Casariego y el realizador Raúl Veiga

'El médico atento'’, documental que se estrenará en el Hula el día 23, es el producto audiovisual antagónico de ‘'House'’. Cuenta exactamente lo contrario. La serie americana reflejaba la asistencia que proporcionaba un médico interesado en curar enfermedades relacionándose mínimamente con quienes las sufren y el documental de Raúl Veiga, el necesario vínculo que se crea entre médicos y pacientes. Especialmente entre los generalistas, que tienen una visión global de la enfermedad y de la personas y entre los crónicos, pacientes que deben convivir muchos años con su enfermedad, implicarse en sus cuidados y confiar en las indicaciones de su médico.

A Veiga, director compostelano que hasta entonces solo había hecho ficción, se le encendió la bombilla para este documental por una amiga de su mujer, enfermera en el servicio de Medicina Interna del Chuac coordinado por Fernando Diz-Lois, que le comentaba la dificultad de algunos casos. Cuando se le pide que haga memoria, cita el caso de una mujer cuya patología indefinida resultó ser "unha intoxicación ao regaliz".

El médico emérito del Sergas, un internista al que multitud de especialistas gallegos consideran su padre intelectual, es el que articula la película. Suyos son los cuatro casos que aparecen dramatizados: una paciente con síndrome de Munchausen (trastorno en el que el paciente simula síntomas o se autolesiona para ser asistido), otra cuyas reiteradas quejas esconden en realidad problemas con su hijo, un paciente de Epoc con enfermedad avanzada que pide el alta consciente de que va a morir y quiere hacerlo en su casa y el más difícil todavía, el médico paciente.

Vínculo. Fernando de la Iglesia, internista en el Chuac, y Emilio Casariego, jefe de Medicina Interna del Hula, son los otros dos entrevistados que aparecen en la película desgranando las sutilezas del vínculo entre el médico y el paciente. Casariego confirma el manido tópico de que los médicos son los peores pacientes. Explica que un caso así es una patata caliente, algo de lo que ningún profesional quiere hacerse cargo en principio. Por su parte, el afectado vive la enfermedad "más intensamente, peor que el resto de pacientes y con mayor angustia de anticipación".

Todo eso se ve en la película porque los casos están precisamente para reflejar las preocupaciones de profesional y afectado. La dramatización de estos casos es como la de una película de ficción, un efecto buscado por Veiga para asegurar que el espectador se implique y se vea arrastrado, eludiendo las consecuencias que suelen tener las dramatizaciones en muchos documentales, tan distantes que resultan frías.

La película ya fue estrenada en A Coruña con muy buena acogida. "As reaccións do público foron moi conmoventes", admitió Veiga, que sufrió un fenómeno al ver su documental que jamás había experimentado. "Por primeira vez, e para miña alegría, puiden velo como espectador", explica.

El director asegura que las reacciones de muchos asistentes a la proyección fue de sorpresa y profundo interés al poder ver qué se inicia en el momento en el que pisas una consulta con un problema de salud y verlo desde el otro lado. Ese camino -el del malestar al diagnóstico, de ahí al tratatamiento y a la convivencia con la enfermedad crónica, así como la relación que se va creando con el médico que te acompaña- es conocido para ellos desde la perspectiva del paciente, pero no desde la del médico.

El vínculo en el caso de los facultativos con los pacientes crónicos ha de ser de confianza mutua para propiciar la enseñanza de autocuidados por parte del médico y la asunción de la responsabilidad que uno tiene en su propio bienestar por parte del enfermo, destaca Casariego.

Los interesados en asistir a la proyección en el Hula pueden hacerlo el día 23, a las cinco de la tarde. Después habrá un coloquio en el que participarán, además de Veiga, Diz- Lois y Casariego, Fernando Arribas y Manuel Curiel.