El final del curso escolar, que este año fue atípico a raíz del confinamiento, trae consigo la llegada de los campamentos de verano.
Aunque la pandemia hizo peligrar su celebración, el hecho de que el Gobierno central pusiese fecha para el fin del estado de alarma llevó a las asociaciones y empresas que los organizaban cada año a programarlos y esta semana comenzaron ya a funcionar varios siguiendo las normas de seguridad.
Entre los que ya arrancaron y que ayudan a las familias a conciliar están los que organizan dos de las sociedades lucenses con más miembros, el Club Fluvial y el Círculo de las Artes, aunque también están en marcha otros como el Supercampamento que se celebra en el Pazo de Feiras.