Llegan las FFP2 a las farmacias lucenses

Cuestan entre 6 y 8 euros, su uso en condiciones óptimas es de ocho horas y no se aconseja su reutilización
Un farmacéutico atiende a una persona con una mascarilla FFP2. EUROPA PRESS
photo_camera Un farmacéutico atiende a una persona con una mascarilla FFP2. EUROPA PRESS

La provisión de mascarillas en las farmacias empieza a normalizarse. Ya hace días que se pueden conseguir las mascarillas quirúrgicas, las más simples, y desde este lunes comenzó el abastecimiento de las de uso hospitalario, las conocidas como FFP2 por su nivel de protección (95%). Las primeras cuestan en torno a un euro y también las ofrecen gratis en los transportes públicos, mientras que las segundas están alcanzando un precio mucho más elevado, entre seis y ocho euros.

La clásica mascarilla quirúrgica tiene una duración efectiva de unas cuatro horas y sirve para frenar las gotitas que se producen al toser. Es decir, no contagias pero te puedes contagiar porque no frenan el virus. Las FFP2 sí evitan el contagio y su duración efectiva es de ocho horas.

No se recomienda la reutilización, ni de unas ni de otras, pero la escasez de este producto está llevando a hacerlo en el ámbito doméstico con lavados a 60 grados o metiéndolas en el horno a esa temperatura.

En el hospital, unas y otras sirven normalmente para un solo turno de trabajo, o así debería ser. Y muchas veces se hace necesaria la colocación de las dos a la vez. La válvula, que ahora en las calles es casi un signo de distinción para quien usa ese tipo de mascarillas, puede suponer incluso un riesgo para el resto de personas: actúa como un propagador si el usuario es portavoz del virus.

El doctor Rafael Monte recuerda que lo principal sigue siendo el lavado habitual de manos y la distancia social. Llevar mascarilla por las calles no es imprescindible, ya que el virus no está en el aire, pero en estos momentos sí se hace recomendable en lugares cerrados como oficinas o establecimientos comerciales con cierta afluencia de gente.