Cuatro vecinos de Orbazai frustran un robo en una nave a plena luz del día

"Por que lle iamos ter medo se eramos catro?", aseguró uno de los protagonistas
Domingo Devesa, uno de los vecinos de Orbazai que frustró el robo. ADRA PALLÓN
photo_camera Domingo Devesa, uno de los vecinos de Orbazai que frustró el robo. ADRA PALLÓN

La que estaba siendo una apacible tarde de sábado se tornó de repente en una azarosa jornada para dos familias de la parroquia lucense de Orbazai que sorprendían a un delincuente habitual entrando a robar en dos naves agrícolas de su propiedad.

Cuatro vecinos, dos hombres y dos mujeres, se organizaron entonces para pararle los pies al asaltante, un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, de 40 años de edad, que cuenta con más de una treintena de arrestos en su currículo.

La voz de alarma la dio una mujer cuando, desde una de las ventanas de su casa, vio como el desconocido saltaba la alambrada de su finca con un objeto en la mano, que guardaba en el coche, y como poco después se colaba por una de las ventanas de una nave próxima.

Los envalentonados vecinos se apostaron al lado del turismo del ladrón, que tenía aparcado delante de esa nave, para impedir su huida mientras no se personaba la Policía. Tenía el capó levantado, como si se hubiese averiado el vehículo, para no levantar sospechas.

Durante unos minutos impidieron que el amigo de lo ajeno pusiese pies en polvorosa, pero en cuanto comenzó a ponerse agresivo dieron un paso atrás, lo que aprovechó este para huir a gran velocidad en su utilitario.

"Apartamos cando arrancou o coche e comezou a acelerar. Pensamos: xa o colleran", afirmaba este lunes Domingo Devesa, uno de los residentes en Orbazai que el pasado sábado frustró el robo.

Precisamente sorprendían al ladrón cuando salía por la ventana de la nave de este vecino. "O tipo saltaba ben", recordaba Domingo Devesa, que con su presencia lo disuadió de que se llevase la cara bicicleta de uno de sus sobrinos. Sí había conseguido robar una motosierra en la otra nave de Orbazai que allanó.

Los vecinos no llegaron a forcejear en ningún momento con el asaltante. Además se habían cubierto las espaldas fotografiándolo con un teléfono móvil a él y a su vehículo para que les resultase más fácil a las fuerzas del orden dar con su paradero.

RÁPIDA IDENTIFICACIÓN. Dicho y hecho. En cuanto los agentes de la Policía Nacional vieron las fotografías ya le pusieron nombre y domicilio al ladrón, ya que es un viejo conocido.

Poco después lo localizaban en una finca de esta parroquia, próxima al río Miño, cuando intentaba deshacerse del botín. Además de la mencionada motosierra, portaba en el maletero un cortasetos y otras herramientas, que procedían de otros robos.

A estos vecinos de Orbazai no se les pasó por la cabeza quedarse en casa, de brazos cruzados, y esperar a que interviniese la Policía. "Que nos ía facer? Por que lle iamos ter medo se eramos catro? Foi tan rápido que non se nos acordou", afirmaba Domingo Devesa, que no ocultaba su sorpresa porque el ladrón hubiese actuado a plena luz del día. "A quen se lle pode ocorrer entrar ás cinco da tarde a roubar cando había xente nas casas?", señalaba.

De todas formas, Domingo Devesa reconoció que si no le llegan a avisar sus vecinos, no se hubiese enterado, pese a que estaba en casa, de que le habían entrado a robar porque su nave está separada de la vivienda.

"Reaccionas así sen pararte a pensalo. Poste envalentonada", explicaba una de las mujeres que también intervino, Carmen Burgo, que quiso dejar claro que el asaltante "non lle intentou pegar a ninguén, só quería marchar e coas mans en alto repetía non levo nada, non levo nada".

Sin embargo, cuando los vecinos le pidieron que abriese el maletero del coche para ver que llevaba en su interior, el hombre se negó.

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