El límite a 30 revoluciona la circulación urbana y afecta a cerca de un 70% de vías

La medida entra en vigor el martes y la capital lucense ya se anticipó, pues ya casi no quedan calles a 50 por hora. En los municipios más poblados de la provincia está avanzado el calmado de tráfico, pero en los demás se estrena
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photo_camera Señales de limitación a 30 en la Avenida de Ramón Ferreiro de Lugo, una de las vías donde la norma ya rige desde hace años. XESÚS PONTE

El tráfico urbano está a punto de dar un salto revolucionario: a partir del martes la velocidad quedará limitada a 30 kilómetros por hora en aproximadamente el 70% de las vías locales del país. Va a ser, en términos generales, un paso decisivo. En la ciudad de Lugo y las principales villas lucenses el límite se lleva imponiendo desde hace tiempo, pero la medida es nueva para el grueso de las pequeñas poblaciones.

En esas localidades ya es un desafío contener a 50 por hora la velocidad, reconocen en lugares como Becerreá o Pedrafita, que señalan que en la principal travesía, la N-VI, deberá ser Fomento quien regule la velocidad.

En las pequeñas poblaciones, la falta de Policía Local, y por tanto la imposibilidad de sancionar, es un condicionante añadido a la hora de hacer cumplir la norma.

En la capital, en tanto, el límite está ya implantado en gran parte de las calles, incluidas vías clave de doble carril, como la Ronda o Ramón Ferreiro. Con todo, la norma estatal se hará notar. El límite a 30 se establece en calles con tanto tráfico como la Avenida da Coruña o la Ronda do Carme.

A 50 prácticamente solo se podrá circular por Duquesa de Lugo, Afonso X, República Argentina, Ronda de Fingoi, Avenida de Magoi, el nuevo polígono de Aguas Férreas, el puente blanco y los polígonos de O Ceao y As Gándaras. Ni siquiera en todas las entradas a Lugo se podrá circular a 50. En la Avenida de Madrid, por ejemplo, el límite es de 40 por hora.

Al ser de plataforma única, las calles peatonales pasan a estar limitadas a 20, aunque de facto raramente se alcanza ya esa velocidad en ese tipo de vías.Rúas2

SARRIA. Todas las calles pasarán a tener un límite de velocidad de 30 por hora, excepto el bulevar de Calvo Sotelo, que estará a 20 al contar con una única plataforma de calzada y acera. Ninguna calle quedará limitada a 50, ya que no hay vías de dos o más carriles por sentido de circulación.

A MARIÑA. En Ribadeo, la aplicación viene a complementar la política implantada por el gobierno municipal desde hace más de dos décadas para dar prevalencia al peatón. En la práctica no habrá muchos. El alcalde, Fernando Suárez, dice que "en realidade nós fómonos adiantando a este tipo de políticas. Xa nos anos 90 se peonalizou o centro do pobo por parte de Eduardo Gutiérrez e nós avanzamos en moitas rúas semipeonís. En todas elas, a velocidade xa é mínima, a 10 como moito".

En cuanto a la aplicación práctica explica que "haberá algún cambio na avenida Ría de Ribadeo, onde a velocidade baixará a 40, e pode que algunha concreta a 20, pero pouco máis, porque xa temos en moitas outras rúas elementos limitadores de velocidade como son os lomos de asno en moitas rúas ou mesmo no paseo marítimo, tamén afectado".

En Viveiro las calles de mayor tráfico son las travesías de las carreteras autonómicas, donde la velocidad máxima sigue siendo de 50 aunque se podría rebajar si así lo acuerdan Concello y Xunta.

En Viveiro el límite de 30 kilómetros ya estaba establecido en vías como la calle del paseo marítimo, mientras que la señal de 20 ya estaba colocada en la avenida de Cervantes desde su remodelación, en que la calzada quedó al mismo nivel que las aceras. El Concello también tiene regulada la circulación interna por el casco histórico, con una velocidad máxima permitida es de 10 kilómetros hora.

A CHAIRA. El Concello de Vilalba se adelantó a la puesta en marcha de las llamadas zonas 30 con la colocación, en la última semana de abril, de las correspondientes señales en todas las entradas del casco urbano, que está todo limitado a 30 kilómetros por hora al no contar con ninguna avenida de dos carriles por dirección.

En cuanto a las vías que deberán tener una menor velocidad, el gobierno local está trabajando actualmente para regular los accesos, tanto para residentes como para descargar mercancías, al tratarse de vías peatonales. El límite de 20 kilómetros por hora se aplicará a calles como Porta de Cima o Basanta Silva, pero también ya "a todas aquelas que sexan susceptibles de ser peonís próximamente", señala el Concello.

MONFORTE. El Concello no ha precisado cuántas calles verán reducida su velocidad, pero sí que una de ellas será la Rúa San Pedro, una de las vías más concurridas. En ella se encuentran la escuela de idiomas, la estación de buses o el IES Río Cabe. Por su elevado tránsito, la valoración de la reducción de velocidad a 30 por hora se ve, en general, positivamente.

En la ciudad también se reducirá la velocidad a 20 por hora en calles más pequeñas como la Rúa Lagares, en dirección al complejo histórico de San Vicente. En esta calle, la disminución se aplicará en los tramos de plataformas únicas, donde el paso de los vehículos convide con el de los peatones.


Seguridad | 33 atropellos en vías urbanas de Lugo en 2020
La seguridad es una de las razones que justifica la medida y la previsión es que se puedan reducir los atropellos en las zonas urbanas.

El año pasado hubo 33 atropellos en vías urbanas de la provincia, según los estudios de seguridad vial del Subsector de Tráfico de la Guardia Vivil. De ellos, 19 se produjeron en la capital. Hubo atropellos también en Monforte, Viveiro, Sarria, Vilalba, Palas de Rei, Ribadeo, Foz o A Fonsagrada.

Pero los atropellos no son el único riesgo, el informe de Tráfico también apunta a un número relevante de siniestros en zonas urbanas cuya envergadura sería menor a velocidades más bajas. Se reflejan, por ejemplo, accidentes con vuelcos de vehículos o por alcance.

Riesgo
En 2019, el año previo a la pandemia, en España el número de fallecidos en accidente en las vías urbanas aumentó un 6%, mientras que en las carreteras se redujeron en la misma proporción. Además, el 82% de las víctimas en ciudades ese año fueron usuarios vulnerables: peatones, ciclistas y motoristas.

"Circular a 50 por hora en una calle de un único sentido es un auténtico disparate, ya que cualquier cosa que salga te la llevas por delante", sostiene el director general de Tráfico, Pere Navarro.

Figuras vulnerables
La idea es apostar por una nueva movilidad, pero también proteger la seguridad de quienes ya apuestan por esas formas ‘alternativas’ de moverse por la ciudad, como ciclistas o moteros. Quienes se mueven en moto, bici o patinete son, junto a los peatones, especialmente vulnerables ante un accidente con un automóvil.

Factores de riesgo
Tráfico apunta también al peso que el sector de la distribución tiene en la contaminación y la seguridad. El 20% de la congestión y las emisiones contaminantes que lleva asociadas, así como el crecimiento de la accidentalidad urbana, está ligado a la distribución urbana de mercancías.

 

Más seguridad, menos contaminación y apoyo al transporte público

La implantación del límite de velocidad a 30 pretende ser una gran revolución silenciosa que cambie la vida en las ciudades al reducir el impacto acústico y los gases de efecto invernadero, además de propiciar un descenso de la siniestralidad, especialmente de víctimas de atropello. 

En Lugo no hay estudios específicos sobre el impacto ambiental de la medida. En una ciudad sin una actividad industrial relevante, el tráfico puede ser uno de los principales agentes de contaminación. No obstante, Gumersindo Feijóo, catedrático de Enxeñaría Química y vicerrector de Planificación, Tecnología y Sostenibilidad de la USC, advierte de que, aún sin haber podido hacer un estudio pormenorizado de Lugo, en ciudades pequeñas el tráfico no tiene el impacto que puede tener en grandes urbes. 

Respecto a la salud, hay estudios que señalan que la contaminación acústica del tráfico genera cardiopatías y acelera el proceso en enfermedades como el alzhéimer, mientras que patologías como el asma o la Epoc tienen mejor perspectiva con la disminución de la velocidad. 

El cambio es también una apuesta política y Alfonso Gil, responsable de Tráfico de la FEMP, sostiene que se van a lograr ciudades más humanas y, a medio plazo, más competitivas. El cambio "va a posibilitar que el transporte público tenga ventaja competitiva, que la convivencia con la bici y el patinete se normalice y que el peatón se vea más protegido", asegura Gil. 

Entre los objetivos políticos está el de favorecer y dar una ventaja competitiva al transporte público frente al vehículo particular y en Lugo, el cambio llega cuando está a punto de implantarse el reformado sistema de transporte urbano, que tiene como desafío lograr que los lucenses se suban al autobús.

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