El propietario del grupo Leite Río, Jesús Lence, confirmó que su empresa ha presentado esta semana "un nuevo proyecto" en el Ayuntamiento de Lugo para tratar de legalizar la situación de una de sus fábricas, en el Polígono de O Ceao, sobre la que pende una orden de demolición ratificada por el Tribunal Supremo, y opina que, si "hay voluntad", queda "tiempo y tiempo" para solventar esta situación.
A su juicio, "la situación no está nada complicada", porque "hasta que llegue la orden de demolición por vía oficial" pueden pasar hasta "seis meses", por lo que "queda tiempo y tiempo, si hay voluntad, para que, de acuerdo con el proyecto que se le presentó esta semana, el Ayuntamiento declare urbanizable la parcela".
"No sé si es por culpa de los técnicos o de los políticos, pero aquí hay algo que está desatendido, a lo que no se le ha prestado atención"
En ese proyecto, precisó, "ya se envía un escrito" en el que se la aclara al gobierno local "por qué camino puede ir", porque "el Ayuntamiento tiene potestad para autorizar una unidad de actuación puntual sobre esos terrenos" y "pretendemos que lo haga".
El propietario del grupo Leite Río subrayó que las declaraciones efectuadas el jueves por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en relación a este tema, "corroboran la opinión de la Consellería de Medio Ambiente en el escrito que le envió al Ayuntamiento de Lugo el pasado mes de mayo", en el que "le decía que tenía que autorizar una unidad de actuación con el terreno necesario e imprescindible para legalizar la planta".
Desde su punto de vista, en esa comunicación, la Consellería "declaraba la finca de 90.000 metros cuadrados", sobre la que se levantó la fábrica de Leite Río en 2004, como "urbanizable".
En el plan general antiguo, "la unidad de actuación constaba de unos 100.000 metros cuadrados, pero ahora en el plan general nuevo consta de unos 300.000 metros", dijo Lence, quien también añadió que "aquí alguien se cree que Leite Río va a hacer un polígono anexo al actual".
"No sé si es por culpa de los técnicos o de los políticos, pero aquí hay algo que está desatendido, a lo que no se le ha prestado atención", añadió el empresario.
Desde su punto de vista, "lo que nadie quiere entender" es que la fábrica sobre la que pesa la orden de demolición "es una planta de las más modernas, en la que se puede envasar un millón de litros de leche al día, y en la que se están envasando casi 500.000".
Una fábrica, dijo el industrial, "en la que se están cargando unos 25 camiones diarios, de lunes a viernes, que salen por Pedrafita hacia el resto de España", por lo que cualquier problema con la fábrica también supondría "parar esa flota de cien autónomos, abanderados de Leche Río".
El empresario quiso aclarar que no se ha llegado a esta situación "porque Jesús Lence vaya por ahí haciendo lo que quiera", sino porque "se le dijo que sí, que esa finca era urbanizable", porque lo dice "el plan general" y lo dicen "los técnicos".
"Si la finca es urbanizable, ¿qué problema hay para que, de una vez, el Ayuntamiento diga que es urbanizable y la empresa pueda solicitar la licencia de obra?", indicó.
Lence recordó que Leche Río ha estado pagando "el IBI desde el año 2007" por esa fábrica, "unos 30.000 euros al año, como suelo urbano", añadió, por lo que considera en declaraciones a la prensa que alguien "debe dar una explicación".
