Le parte la cabeza a su exconsuegro con un palo y dice que fue "mala suerte"

Discutieron en el intercambio de una menor, nieta de ambos. La pelea ocurrió hace tres años y hace unos meses sus hijos retomaron la relación

Un lucense acusado de abrirle la cabeza con un palo a su exconsuegro alegó este martes que no tenía intención de atacarlo. El hombre reconoció que, en el transcurso de una discusión, entró en su vivienda, cogió un palo de madera y salió a la calle. "Estaba muy nervioso porque me dijeron que el exnovio de mi hija la estaba agrediendo y cogí lo primero que encontré. Fue un palo como si hubiera sido un paraguas. Cuando salí a la calle vi a mi exconsuegro y mi reacción fue subir el palo y decirle que se apartara, con la mala suerte de que le di en la cabeza", dijo. La víctima aseguró en el juicio que fue agredido con un bate de béisbol, y no con un palo.

La gresca familiar se produjo hace casi tres años, el 26 de abril de 2014, cuando los hijos de los implicados -que habían puesto fin a su relación de pareja- quedaron para intercambiarse a la hija de ambos, que contaba tan solo con ocho meses de edad.

Los abuelos de la menor empezaron a discutir y el abuelo materno atacó al otro, que sufrió un traumatismo craneoencefálico y una herida en la que tuvo que recibir varios puntos de sutura. Además, a raíz del ataque, tuvo un trastorno ansioso depresivo y estuvo a tratamiento. Por estas lesiones y por las secuelas, el agresor ya le pagó una indemnización de 15.000 euros.

En el banquillo de los acusados se sentó también el padre de la menor, ya que fue acusado de propinarle varios empujones a su expareja. El joven lo negó este martes en la vista. "Discutimos porque mi exsuegro le recriminó a mi padre que cogiera él a la niña en el colo, en lugar de hacerlo yo. Nos pusimos todos muy tensos, pero yo no agredí a nadie", aseguró.

La trifulca llegó este martes a la Audiencia lucense casi tres años después de producirse y cuando los implicados están condenados al menos a entenderse, ya que vuelven a tener una relación familiar porque los padres de la pequeña retomaron su relación sentimental hace unos meses.

El padre de la niña se enfrenta a once meses de prisión tras ser acusado de un delito de maltrato, mientras que el abuelo materno afronta una condena de dos años de cárcel por lesiones.

PUÑALADA. Otro juicio por lesiones acabó este martes con el agresor condenado a pagar una multa de 810 euros por darle un golpe en una ceja a un joven, que acabó siendo apuñalado por otro hombre.

Según quedó recogido en el escrito de acusación del ministerio fiscal, sobre las seis de la mañana del 19 de enero de 2014, el acusado participó en una pelea que se produjo en la Rúa Clérigos, en la que se vieron implicadas varias personas.

El hombre le propinó un golpe en la cara a otro chico y lo alcanzó en la ceja izquierda. La víctima se giró y otro hombre -que iba con el acusado y que no fue identificado- le dio un navajazo a la altura de las costillas. El fiscal recoge en su escrito de acusación que el acusado desconocía que su compañero portaba una navaja. El ministerio público solicitaba inicialmente para el acusado una pena de dos años y medio de cárcel.

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