Dos años para un lucense que arrancó un dedo de un mordisco al ex de su novia

La víctima recogió la parte de la falange que le seccionó el acusado con los dientes y la llevó a un centro médico, pero no pudieron reimplantársela. El agresor tiene que pagarle 9.260 euros

Un joven lucense le arrancó un trozo de dedo a otro de un mordico en el transcurso de una pelea y la Audiencia Provincial lo condenó a dos años de cárcel. La víctima del violento ataque -que era el exnovio de la compañera sentimental del agresor- recibirá una indemnización de 9.260 euros, ya que no le pudieron reimplantar el trozo de dedo que le seccionó el acusado al hicarle el diente. 

El incidente ocurrió el 22 de abril de 2014, cuando el acusado se encontraba en el bar donde trabajaba su pareja -sito en la calle Campos Novos, en la esquina con Alfonso X O Sabio- y vio al exnovio de la chica entrar en el establecimiento. 

Los dos jóvenes discutieron, se cayeron al suelo, y el acusado le propinó un fuerte mordisco a su contrincante en el cuarto dedo de la mano izquierda, ocasionándole "el arrancamiento traumático parcial de la falange distal".

La víctima recogió el trozo de dedo y se fue rápidamente a un centro médico, pero no fue posible que los médicos se lo reimplantaran. 

El chico tuvo que someterse a una reconstrucción de muñón y le dieron varios puntos de sutura. Además, tardó un total de 72 días en recuperarse de las heridas que sufrió por la agresión. 

En el transcurso de la vista oral, celebrada a mediados del pasado mes de octubre, los implicados ofrecieron versiones contradictorias acerca del modo en el que se inició la pelea. 

Según el acusado, el ex de su pareja le acometió por detrás y él únicamente se defendió. Sin embargo, el Tribunal recuerda en la sentencia que el joven declaró en el juzgado de instrucción que "se encararon", por lo que considera que en ningún caso actuó en legítima defensa.

El abogado defensor planteó además que los hechos fueran calificados como un delito de lesiones imprudentes del artículo 152 del Código Penal, pero la Audiencia lucense concluye que el mordisco tuvo que ser "de gran entidad y fuerza" para conseguir arrancar parte de la falange. "No cabe entender que el resultado pretendido por el acusado fuera mucho menor del que realmente se produjo", apunta.  

La Sala provincial tampoco admite el argumento de que el lesionado intentó retirar el dedo cuando notó el mordisco y por eso las lesiones fueron tan graves. Según alega, "el acusado bien podía haber cesado en su gran fuerza de mordedura al notar que el lesionado intentaba retirar el dedo, y no lo hizo". 

ATENUANTE. La Audiencia Provincial de Lugo considera finalmente que el acusado -Alejandro A.P., de 28 años de edad- es autor de un delito de delito de lesiones, por el que la Fiscalía solicita cuatro años de cárcel. 

Sin embargo, le reconoce la atenuante de reparación del daño, ya que el joven consignó antes de la vista oral en la cuenta del juzgado la cantidad de 9.000 euros para hacer frente a una posible indemnización. 

Con esta atenuante, la Audiencia le rebaja la pena en grado y le impone dos años de prisión. El joven también tendrá que indemnizar al herido en 9.260 euros por las lesiones y por las secuelas. Igualmente, le tiene que abonar al Sergas 399 euros.

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