La campaña Aparca con xeito que pondrá en marcha a partir del próximo lunes la Policía Local es vista con distintos ojos por peatones y conductores, ya que mientras hay quien cree necesario acabar con el descontrol que generan los malos aparcamientos, otros piden más permisividad con quienes solo infringen la norma unos minutos o que, al menos, se habiliten más plazas para aparcar.
En lo que parece que hay consenso es en considerar poco lógico que se vayan a multar por quincenas los diferentes tipos de infracciones que se cometen al aparcar. Al menos eso es lo que se desprende de una encuesta callejera realizada ayer en varios puntos de la ciudad donde más estacionamientos irregulares por metro cuadrado se pueden ven, como puede ser la calle Quiroga Ballesteros.
Aunque los días de mercado son los más problemáticos, cualquier mañana de lunes a viernes se pueden ver furgonetas aparcadas encima de la acera, coches en doble fila, estacionados en carga y descarga o ubicados en plazas para personas con discapacidad, a pesar de no tener permiso para ello. Todas estas conductas son sancionables, aunque la campaña del Concello prevé centrarse cada 15 días en una de estas malas prácticas, comenzando por los vehículos que invaden o estacionan en las paradas o el carril bus.
Una señora que pasea un bebé en un carrito por delante de la plaza de abastos y se ve obligada a dar la vuelta al ver que una furgoneta le impide pasar explica que le parece bien la campaña. «Sí que hay coches que se suben a las aceras y luego impiden el paso, aunque entiendo que solo paran un momento. Yo estoy ahora de paseo y no me importa dar la vuelta», explica esta mujer, que admite que hay cierto «descontrol» en el aparcamiento por la ciudad.
La escena la contemplan enfrente dos funcionarios municipales que conversan en la calle y que, preguntados sobre la campaña ideada por el gobierno local, no dudan en considerar que se trata de una medida de cara a la galería. «Non entendo que se fagan campañas por quincenas. Se se adopta unha medida hai que aplicala con rigor, porque senón a xente pode despistarse e non vai saber o que se está multando. Creo que hai que sancionar todas as condutas, porque esto recórdame a medidas como as que existen en vilas como Meira, onde durante unha quincena se pode aparcar do lado dunha beirarrúa e na seguinte do outro», comenta uno de ellos.
El otro empleado municipal es un policía local fuera de servicio que asegura que va a seguir haciendo su trabajo de la misma forma, al margen de esta campaña. «Voy a denunciar todas las infracciones que vea, aunque entiendo que los dos o cuatro agentes que estén asignados a esa labor, si llegan al final del día sin multas, les preguntarán a ver que hicieron», asegura.
«Hay que hacer cumplir la ley y punto, aunque entiendo que controlar todas las infracciones que se pueden dar en la ciudad es imposible», comenta este agente, quien admite que en otras ciudades también se aparca mal, pero que observa que en Lugo se respetan menos los pasos de peatones, «porque en ciudades como A Coruña no se ven coches aparcados encima de ellos», dice.
CARRIL BUS. La primera quincena de la campaña de multas de aparcamiento se centrará en facilitar el tránsito del transporte público. El carril bus de las calles Montevideo y Bolaño Rivadeneira está durante toda la mañana ocupado por coches, lo que impide que pueda ser usado por buses y taxis. La empleada de una tienda textil de la calle considera normal esta situación e incluso cree que podría eliminarse para favorecer el comercio. Además, recuerda que antes de las seis de la tarde, hora en la que acaba la prohibición de aparcar en el carril, «ya hay gente esperando para dejar el coche».
Un hostelero de la zona también apuesta por retirar el carril bus y crear en el mismo una zona Ora en la calle, a la vez que admite que la intención de multar por quincenas es para recaudar más.
COLEGIOS. A la hora de las entradas y salidas de alumnos en los colegios también se registran los mayores índices de infracciones de aparcamiento y, aunque un padre que se dirige a buscar a sus hijos andando admite que cuando llueve usa el coche, alega que siempre va con tiempo para buscar aparcamiento. «Eso sí, entiendo que hay padres que van con el tiempo justo porque no pueden», alega.
Otra madre que acaba de dejar su coche encima de la acera de la Rúa Santiago asegura que se ve obligada a hacerlo porque no hay plazas para estacionar en el entorno. «A la hora del colegio tenemos que aparcar en algún sitio, porque por aquí no hay donde dejarlo», comenta esta mujer, que cree que el Concello, antes de sancionar, debe de intentar dar soluciones a los padres.
