¿Hasta qué hora?

Las multas por exceder la hora de cierre de los locales tensan la relación entre los hosteleros

Los propietarios de pubs y cafés-concierto critican la "competencia desleal" que suponen los bares del centro de la ciudad que ponen música "a todo volumen" y sirven copas hasta "altas horas de la madrugada" sin disponer de licencia
Un control realizado por la Policía Nacional el verano pasado en un pub de la Rúa Poeta Cabanillas
photo_camera Un control realizado por la Policía Nacional el verano pasado en un pub de la Rúa Poeta Cabanillas

Las denuncias policiales formuladas el pasado fin de semana contra nueve locales de ocio nocturno de Lugo por incumplir el horario de cierre han hecho revivir las históricas y a veces irreconciliables diferencias entre propietarios de bares y de pubs del centro de la capital lucense. Dueños de establecimientos de copas de última hora le expresaron este lunes su "malestar" e "indignación" a la directiva de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo por "la doble vara de medir" que se aplica a la hora de controlar los horarios de cierre, dependiendo del tipo de negocio.

El directivo de la patronal José Manuel Quiroga, que se hizo eco de las quejas de estos hosteleros, advirtió este lunes de la "competencia desleal" que suponen para pubs y cafés-concierto "los bares que sirven copas con música a todo volumen hasta altas horas de la madrugada, sin licencia que les ampare".

Esta herida se reabrió después de que agentes de la Policía Local denunciaron el domingo a nueve locales que se encuentran en el recinto histórico, Marina Española y Fonte dos Ranchos porque estaban abiertos entre las seis y las ocho de la mañana, cuando ya debían llevar horas sin atender al público.

En este caso fue una labor de vigilancia policial llevada a cabo a raíz de la reforma que permite a los ayuntamientos controlar el cumplimiento de los horarios, pero en años pasados esas actuaciones policiales se realizaron tras haberse efectuado cruces de denuncias entre los propios hosteleros.

MOTU PROPRIO. El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo, Cheché Real, que dijo este lunes que este es "un problema endémico" que se arrastra desde hace décadas, hizo un llamamiento a todo el gremio para que "se cumpla la legalidad vigente" con el fin de que todos jueguen "con la misma baraja" y "no se convierta en una selva".

"Tendríamos que cumplir los horarios por motu propio sin que nadie tenga que venir a decirnos que cerremos", afirmó Cheché Real. El presidente de la patronal de hostelería hizo hincapié en que los controles se deben hacer "desde el que tiene que cerrar más temprano" porque "cuando uno se excede está perjudicando a otro porque invade su franja horaria" de atención al público.

Vecinos afectados que residen en las zonas de movida de la capital lucense coincidieron en demandar que se respete el horario de cierre, pero también hicieron un llamamiento para que se controle que los clientes no salgan a la calle con copas para "continuar con la fiesta".

LEGISLACIÓN. Según establece la normativa autonómica, cuya última reforma data de 2005, los bares y restaurantes tienen que cerrar a las dos y media de la madrugada; las cafeterías, a las tres; los pubs y karaokes, a las cuatro; los cafés-concierto, a las cinco, y las discotecas y salas de fiesta, a las cinco y media. Estos cinco últimos negocios no podrán abrir antes de las 10.00 horas.

Esos horarios de cierre se pueden ampliar en 30 minutos las noches de jueves a domingo y los festivos y vísperas de estos. Y esa medida de gracia puede ser de una hora en celebraciones señaladas, como por ejemplo Navidad y en el caso de Lugo San Froilán y Arde Lucus.

Los locales que son denunciados por primera vez por exceder la hora de cierre incurren en una infracción leve, que, según recoge la Ley Orgánica 4/2015 de protección de la seguridad ciudadana, conlleva una sanción de 100 a 600 euros.

La legislación también contempla infracciones graves y muy graves, con multas de 601 a 30.000 euros y de 30.001 a 600.000 euros, respectivamente. Además, en caso de ser reincidente puede llevar aparejada la suspensión de la licencia o el cierre del local temporalmente.

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