Las multas tramitadas por el Concello tras las infracciones detectadas por el fotorrojo en los tres primeros trimestres de 2015 supusieron la recaudación de 289.800 euros, así como la pérdida de 5.796 puntos por parte de los conductores. Ese balance fue realizado el lunes por Lugonovo, tras recibir un informe del Concello que detalla en los tres primeros trimestres del año se tramitaron 1.449 denuncias.
No obstante, en el conjunto del año el número de denuncias fue mucho más alto y ya había 1.667 denuncias el 28 de noviembre, cuando El Progreso informó de la sentencia del Tribunal Supremo que dejó fuera de la ley las denuncias motivadas por el fotorrojo. Tras ese fallo del Supremo, el Concello tardó aún tres meses en anunciar que apagaría el equipo sancionador hasta que se regule su funcionamiento conforme a la ley.
En su balance del lunes, Lugonovo reivindicó la necidad de que los equipos de detección de infracciones se mantengan en condiciones de legalidad. La sentencia del Supremo, por otra parte, afecta al fotorrojo instalado en Lugo, pero no es consecuencia del funcionamiento del equipo que hay instalado en la ciudad. De hecho, el fallo de ese alto tribunal deriva de la denuncia de un conductor de San Sebastián.
El Supremo asumió la denuncia de ese conductor y entendió que los fotorrojos no están sometidos a control metrológico oficial, por lo que estableció que las pruebas que captan las cámaras de los fotorrojos no pueden ser válidas de cara a la imposición de sanciones.
El fotorrojo funciona grabando a los vehículos que detecta en el momento de saltarse semáforos en rojo y en Lugo se instaló junto a la gasolinera de la Ronda.
Las multas del fotorrojo recaudaron 289.000 euros hasta el pasado septiembre
El balance, realizado por Lugonovo, asegura que los conductores perderon más de 5.700 de los conductores
