La cigüeña urbaniza Lugo

El colectivo Numenius, que las anilla, calcula que hay unas 500 parejas en la provincia
Segundo nido de cigüeñas en la rotonda de la A-54 con la carretera de Santiago
photo_camera Segundo nido de cigüeñas en la rotonda de la A-54 con la carretera de Santiago

Hace años que un nido de cigüeña forma parte del paisaje de entrada en la ciudad por carretera de Santiago, a la altura de la rotonda de la A-54, y desde hace unos días parece que pronto tendrá vecinos, porque en la farola de enfrente se ven ya los cimientos de una nueva vivienda de estas zancudas. Este afán nidificador no es, sin embargo, nada nuevo, pues en otras zonas de la provincia cercanas a la capital proliferan desde hace tiempo las estructuras que realizan estas aves. De hecho, el municipio de Lugo es el epicentro de la zona con mayor densidad de cigüeñas de toda Galicia, un círculo imaginario que abarcaría la comarca chairega y la sarriana, pasando por Portomarín y O Páramo.

El dato lo aporta Óscar Rivas, miembro del grupo ornitológico Numenius, que desde hace unos años ha iniciado un programa de anillado para conocer los movimientos de estas aves. "En la Península Ibérica se triplicó la población en los últimos 25 años, pero en Galicia la progresión fue mucho mayor. En los años 80 quedaban algunos nidos en la provincia de Ourense y uno, más o menos , al sur de Lugo y ahora mismo podemos estar en más de 500 parejas en la provincia lucense", apunta Rivas. Numenius no dispone del dato concreto porque se centra sobre todo en la población que anida en la zona entre Lugo y Terra Chá, donde han contabilizado más de 200 parejas.

Óscar Rivas asegura que las poblaciones de cigüeñas suelen estabilizarse en una zona al llegar a cierto tope, pero en el caso de Lugo todavía sigue creciendo. "No me atrevería a decir que el cambio climático esté detrás de este movimiento, supongo que algo tendrá que ver, pero el cambio fundamental es que supieron adaptarse a nuevas formas de alimentación, sobre todo vinculadas al hombre", afirma este veterinario aficionado a la ornitología.


En los años 70, las cigüeñas estaban en la lista de aves amenazadas, pero "supieron aprovechar la proliferación de los vertederos urbanos" y cambiaron incluso sus hábitos migratorios. Así, en lugar de llegar a África se quedaban en los basureros de Cádiz o Huelva para invernar. Eso, unido a la conservación de nidos y de humedales donde se alimentan y ligado a cambios agrícolas que les proporcionan mayor alimento ha aumentado exponencialmente la población. En Lugo, el bum se experimentó a finales de los 90, vinculado al basurero de Teixeiro, donde empezaron a verse "hasta cien cigüeñas, un hito comparado con otras zonas", indica Rivas.