El Concello de Sarria ha sacado a contratación en la suma de 206.573,62 euros el suministro de las calderas para climatizar la piscina cubierta, un edificio que está rematado desde hace más de dos años pero que todavía no entró en servicio para practicar natación por carecer del mecanismo necesario para calentar el agua.
El gobierno tripartito de Sarria se ha decantado, tal y como estaba previsto, por un sistema de calderas de biomasa por considerar que se trata de la fórmula "máis eficiente en canto ao aforro enerxético e económica na produción da auga quente", según consta en el pliego de cláusulas que regirán este proceso de contratación.
El suministro, instalación y puesta en funcionamiento del sistema de climatización se financiará a partes iguales (103.000 euros en cada caso) con fondos del Concello y con una subvención del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), concedida ya durante el anterior gobierno municipal.
Se calcula que la obra en sí de dotación de calderas de biomasa tendrá un coste de 170.000 euros, mientras que los 36.000 euros restantes corresponden al Iva.
Según publica el Ayuntamiento en su página web, el plazo de presentación de ofertas finaliza el viernes, a las dos de la tarde.
URGENCIA. La contratación se hará mediante un procedimiento negociado -solicitando ofertas a un mínimo de tres empresas- dado que existe una "imperiosa urxencia" de ejecutar la obra lo antes posible para no perder la subvención del Inega, lo que impide "celebrar o contrato coa tramitación doutro procedemento ordinario", señala el pliego.
La mesa de contratación estará presidida por la alcaldesa, Pilar López, y tendrá como vocales a la secretaria del Concello, la interventora y un edil por cada uno de los partidos que forman el tripartito (PSOE, CxG-CCTT y BNG), ejerciendo como secretario un funcionario. La apertura de las ofertas se hará en un acto público en el salón de plenos del consistorio en la fecha que determine el gobierno.
La empresa que resulte adjudicataria deberá instalar en la piscina un conjunto modular de calderas de biomasa (dos como mínimo) conectadas en cascada para la combustión de pellets o astillas de madera. También asumirá la adaptación de los locales y la instalación de los elementos de control, junto con silos, chimeneas y ventilaciones, entre otros aspectos. Además, se ocupará de su puesta en marcha y de la legalización de las instalaciones.
La contratación de las calderas es el primer paso que da el nuevo gobierno para poder abrir al público esta piscina. El edificio está rematado desde abril de 2013, aunque la obra no fue recepcionada hasta finales del pasado año. Las instalaciones constan de dos vasos para natación y diversas salas, las cuales comenzaron a ser utilizadas en marzo para practicar actividades deportivas. La climatización del agua era la gran cuenta pendiente y, una vez resuelta, todavía queda por delante definir el sistema de gestión de la piscina.
