La Unesco celebra el mes próximo una reunión en la ciudad alemana de Bonn en la que está previsto que el Camiño Primitivo y la ruta del norte sean declarados Patrimonio de la Humanidad, un título que los hosteleros creen que es un nuevo potencial de atracción turístico para Lugo y su provincia, al igual que las asociaciones que llevan años trabajando en la difusión de estas rutas.
Sin embargo, mientras que el sector hostelero por boca de su presidente, Cheché Real, cree que la declaración puede ser un "espaldarazo" para la ciudad, estudiosos del Camiño Primitivo como Ricardo Polín alertan de que el primer paso para poner en valor esta ruta debe ser que se fije una delimitación "que non falsifique a realidade", así como la recuperación de trazados que cree que fueron variados para favorecer intereses privados.
CARENCIAS. En el caso de la capital lucense, Polín lamenta las "carencias tremendas" de la ruta a su paso por zonas como el Regueiro dos Hortos, un ejemplo de que "Lugo vivíu de costas ao Camiño Primitivo, igual que pasou antes coa muralla". Por ello, este estudioso de la ruta original aboga por aprovechar el trabajo de promoción de la candidatura en la Unesco que asegura que sí realizaron ciudades como Oviedo e incluso propone un hermanamiento entre ambas capitales aprovechando la unión a través de esta ruta histórica de peregrinaciones que habría iniciado en el siglo IX el rey Alfonso II El Casto.
Además, este estudioso cree que se debería formar una mesa de alcaldes de municipios por los que pasa el Camiño Primitivo, tanto para promover acciones de promoción como de conservación del trazado que eviten agresiones como la tala de un carballo centenario que había en A Chanca.
Cheché Real también cree necesaria la coordinación de acciones entre instituciones y asociaciones de la provincia para promocionar los caminos jacobeos en la provincia y para dotarlos de las infraestructuras necesarias para acoger a peregrinos y "evitar saturacións como as que hai ás veces no Camiño Francés". El presidente de los hosteleros considera que a medida que se vaya conociendo el Camiño Primitivo y el del Norte, la iniciativa privada también irá atendiendo la demanda, aunque cree que las administraciones deben adelantarse a la hora de programar actuaciones.
