Las Anpas proponen cocinar en cuatro colegios para todos los escolares de Lugo

Piden aprovechar las cocinas que tienen en Casás, A Ponte, As Gándaras y Nadela. Niegan presiones de la adjudicataria

Las Anpas de los nueve colegios públicos de la ciudad que no tienen comedor de la Consellería de Educación quieren que sea este departamento de la Xunta el que se haga cargo de la gestión del servicio en estos centros, donde en la actualidad sirve la comida la empresa Vitae, contratada directamente por las asociaciones, mientras el Concello pone los monitores. Esta es una medida provisional hasta que en enero se implante un sistema a largo plazo, que todavía está por definir.

Tras una reunión celebrada esta semana, los padres han acordado exigir la medida a la que siempre han aspirado, que preste el servicio la Consellería de Educación. Las familias apuntan que el propio decreto reconoce que el comedor escolar se ha convertido en "importante instrumento para a conciliación da vida laboral e familiar" y que contempla un escenario que podría servir a sus propósitos: que la comida se elabore, por personal de la Xunta, en los cuatro colegios de la capital que cuentan con cocina -Nadela, As Gándaras, Casás y A Ponte- y que desde ahí se distribuya al resto.

«Tenemos claro que la gestión pública es la gestión directa de la Xunta», indicó Belén Díaz, presidenta de Fapacel, la federación que agrupa a las asociaciones de padres de colegios públicos y que en todo momento ha defendido que la Xunta asuma todos los comedores, al igual que el colectivo Anpas Galegas, al que pertenece.

Esta es la opción idónea desde el punto de vista de los padres, que ven algunas pegas a las otras dos posibilidades que se han barajado. Una de ellas, la de que la administración local asuma la gestión, lo que implicaría sacar a concurso la contratación del servicio. Las familias temen que pueda ganar la licitación una gran empresa del sector que ofrezca precios imbatibles a costa de reducir la calidad.

La otra posibilidad -que las asociaciones contraten con Vitae el cátering, como hasta ahora, y que el Concello aporte una subvención y contrate además los monitores- también tiene desventajas: fundamentalmente que son las directivas de estos colectivos las que deben firmar el contrato y la responsabilidad que asumen les causa muchos reparos.

ACE. Por otra parte, representantes de las Anpas quisieron matizar las declaraciones del concejal de Ace, Carlos Portomeñe, que señaló que Vitae había presionado a las asociaciones para firmar documentos sin validez legal. Señalan que el documento al que se refiere fue redactado por las propias Anpas y firmado libremente.

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