Las señales del abandono del nuevo auditorio se vuelven cada vez más alarmantes, una situación que inquieta a los vecinos de la zona.
La falta de mantenimiento ha derivado en que proliferen las muestras de deterioro en el exterior del inmueble, en el que la rotura de una de sus emblemáticas cristaleras se ha convertido en los últimos meses en el símbolo del deterioro.
El Concello tiene previsto invertir cerca de 500.000 euros en el acondicionamiento del edificio antes de su apertura y en estos momentos está esperando el informe de la empresa encargada de realizar el proyecto. Una vez que esté listo se podrán contratar los trabajos para acondicionar un inmueble acabado en 2016.
Su apertura deberá esperar a esas obras, para las que no hay fecha, por lo que aún se demorará.