Un año clave para saber si el PSOE sigue en minoría

Lara Méndez fía su segundo año a reforzar personal y cerrar frentes

El gobierno trabaja para redefinir y potenciar el departamento de recursos humanos y tratar de mejorar la gestión administrativa ► El Concello confía en la UE para compensar el limitado presupuesto y tiene asuntos graves que solucionar, como la gestión de comedores
Méndez conociendo al personal cuando llegó al Concello
photo_camera Méndez conociendo al personal cuando llegó al Concello

Dos meses tras la toma de posesión fueron suficientes para que la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y su equipo se percataran de que les iba a ser muy difícil desarrollar una línea de acción propia sin antes cerrar los frentes que el anterior gobierno había dejado abiertos. Asumían, además, que les iba a llevar tiempo dar soluciones, dada la relevancia de muchos de los asuntos, pero seguramente no sospechaban cuánto ni que iban a saltar otros problemas totalmente inesperados. La orden de demolición de una de las rotondas nuevas del puente de Paradai es uno de los últimos y más significativos ejemplos.

Justo este lunes Méndez cumple un año como alcaldesa y afronta el inicio del segundo ejercicio con muchos asuntos atascados y muchos frentes abiertos, pero si algo tiene absolutamente claro ya -desde hace meses, en realidad- es que su suerte y la de la ciudad va a depender de que consiga reorganizar, reforzar y dar un impulso a los recursos humanos.

Un potente departamento de recursos humanos
El gobierno busca dar un giro a la gestión del personal, para tratar de identificar necesidades y de cubrirlas, así como de corregir vicios, como el poder que a veces se intenta ejercer desde algunos sectores de la plantilla. La práctica no es nueva, pero se ha acentuado aprovechando la debilidad de un gobierno tan minoritario y novato como el de Méndez.

Los aspectos a mejorar en personal son muchos, pero uno de los más urgentes a corregir es el desajuste que hay entre la plantilla y la relación de puestos de trabajo (RPT). El desfase dio lugar a un recurso que acabó poniendo en jaque la aprobación del primer presupuesto del gobierno, aunque finalmente el problema se superó. Es necesario revisar el documento para adecuar el personal a los puestos, con los perfiles y retribuciones que correspondan, porque, además, recientemente varias sentencias han dado la razón a trabajadores que recurrieron porque ocupaban puestos que no figuraban en la RPT y por tanto desempeñaban funciones sin la correspondiente retribución. Algunos sindicatos advierten de que, si la situación no se ordena, numerosos trabajadores van a seguir el mismo camino judicial.

Es necesario también convocar las ofertas de empleo, tras años sin apenas procesos y con servicios muy deficitarios y con problemas enquistados que ya pusieron contra las cuerdas al gobierno, como los cortes de luz por falta de tramitación de facturas. O simplemente hacer listas de contratación para sustituciones, que en algún servicio ni siquiera hay. «O que non é normal é que a cen metros [en alusión a otros concellos] se poidan facer procesos de contratación e no Concello de Lugo non», se lamentaba la alcaldesa hace unos días.

Más difíciles de superar van a ser las resistencias y los miedos de algunos técnicos a dar para adelante a los procedimientos, por el miedo cerval a verse en el juzgado. Las investigaciones abiertas en el último mandato pusieron bajo sospecha a algunos trabajadores, que, además, en algunos casos acabaron enfrentados. La acumulación de asuntos por resolver -algunos heredados y otros nuevos- tampoco ayuda a que la maquinaria vaya más rápido.

Por todo ello, la alcaldesa está tratando de reenfocar la gestión de personal. Lo intentó con el fichaje del anterior secretario, José Mourelle Cillero, que llegó para ejercer también como enlace entre el gobierno y los responsables de los servicios municipales y para intentar agilizar la maquinaria administrativa, pero ni siquiera pudo empezar porque una imputación por su labor en la Diputación le llevó a dimitir.

Hace unos meses, el gobierno admitió que estaba valorando la posibilidad de fichar a un experto en recursos humanos y esa posibilidad no parece descartada. Una de las fórmulas podría ser a través de una dirección general. En mandatos anteriores ya se utilizó para otras áreas, pero tiene que ser aprobada en pleno. Si el gobierno no tropieza en el planteamiento y en la persona, es posible que cuente con el apoyo de la oposición, que en general coincide en la necesidad de mejorar y de potenciar los recursos humanos del Concello. De hecho, es una de las exigencias que puso Lugonovo para aprobar el presupuesto.

Captación de financiación europea
El Concello todavía tiene pendiente de finalizar proyectos del plan Urban, como la rehabilitación de la vieja cárcel, y no ha puesto en marcha todavía las acciones correspondientes a dos líneas de financiación europea y estatal que la administración recibió en el último año (Lugo+Biodinámico y Coworking), pero el gobierno tiene puestas muchas expectativas en la consecución de un plan Dusi (Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado). Está pendiente de resolverse y supondría una aportación de 15 millones de euros de la UE (se completarían con otros 3,7 millones del Concello), para llevar a cabo actuaciones de diversa índole en torno al río y su conexión con la ciudad durante los próximos años.

No es este el único dinero que espera el gobierno, porque en este primer año ha presentado más de una decena de candidaturas a la UE y a otras administraciones, como las dos escuelas taller solicitadas a la Xunta, aunque solo fue concedida una, esta misma semana.

Las aportaciones extramunicipales vienen a completar un presupuesto que de nuevo este año ha visto reducido el capítulo de inversiones. Aunque el dinero no solo hay que conseguirlo sino gestionarlo y eso puede acabar siendo un problema. El gobierno reconoce que ya solo ejecutar el presupuesto municipal en los siete meses que quedan de año va a ser un reto mayúsculo.

Frentes muy serios que urge cerrar
Los frentes que el Concello tiene abiertos son tan numerosos como graves. La inesperada orden de derribo de la rotonda de Paradai -ahora, la Confederación Hidrográfica cree que es evitable pero insta al Concello a que tramite su regularización- y la de desmontar el dique de obra del Miño (pendiente de confirmación por el ministerio) son los contratiempos más recientes. Como muchos otros, tienen su origen en anteriores gobiernos, pero la gestión del actual tampoco ha servido para atajar o encauzar los problemas. Otro ejemplo es la alegalidad en que están los comedores escolares, denunciada por Ace-EU. El servicio es prestado por una empresa que tiene contrato con el Concello, pero solo para prestar apoyo con monitores, no para ocuparse de la comida.

El aparcamiento en la calle sigue sin regulación desde que se eliminó la Ora y la grúa está funcionando sin contrato. La financiación para equipar el nuevo auditorio no está cerrada y sobre el PXOM aprobado -falta aún el 5%- pesa la amenaza de la anulación por la doctrina del TSXG, que afecta a muchos concellos.

Comentarios