Las dos caras de los desahucios por impago de alquiler: así lo ven inquilinos y arrendadores

Los que no pueden pagar el alquiler viven un draman, mientras los dueños creen que la Justicia tarda en actuar
Tensión en un desahucio en A Coruña en 2014 CABALAR
photo_camera Tensión en un desahucio en A Coruña en 2014 CABALAR

"Vivo intranquila, pero si pago la renta mis hijos no comen"

Los inquilinos que no pueden pagar su casa viven un drama. Una mujer con 2 hijos cuenta cómo perdió su trabajo y se quedó sin ingresos

Aunque hay personas que no pagan el alquiler porque no quieren, la mayoría deja de abonar las cuotas porque no tiene ingresos suficientes para afrontar el pago. Es el caso de Sonia (nombre ficticio), que lleva seis meses sin pagar su vivienda y vive pendiente de que el juzgado decida ejecutar o paralizar su desahucio.

"Soy Argentina. Llegué a Lugo en 2012 y siempre trabajé como limpiadora y cuidando ancianos, hasta que llegó la pandemia y me quedé sin trabajo. Pasé de tener unos ingresos estables a cobrar la Renta de Inserción Social (Risga) y llegó un momento en el que, si pagaba el alquiler, mis hijos no comían, así que dejé de pagarlo. El problema es que al dejar de pagar el piso me sacaron la prestación y ahora no cobro nada", explica.

Sonia y sus dos hijos viven de las ayudas que recibe de sus conocidos y de algunas asociaciones. "Vivo intranquila y estoy a tratamiento psicológico, pero no puedo hacer nada porque no encuentro trabajo. Estoy cansada de entregar mi currículum, pero nadie me llama. Mis hijos, de 19 años, también están buscando trabajo, pero es complicado. La gente no se imagina lo que es vivir así; sin nada. Yo no quiero prestaciones, solo pido que me ayuden hasta que mi situación se solucione y pueda pagar el alquiler", apunta.

Mina Galván, portavoz de Stop Desahucios Lugo, explica que el caso de Sonia no es excepcional. "Cada vez hay más gente en esta situación que nos pide ayuda porque vive un drama. Mucha gente trabaja sin contrato y cuando la echan no tiene derecho a nada. Los que tenían una renta antigua todavía la pueden ir pagando si reciben alguna ayuda, pero si es un alquiler actual ya es imposible. Si hay que elegir entre pagar la casa o comer, no hay opción. Para los arrendadores también es un problema, por eso reclamamos a la Xunta y al Concello más vivienda social para estas personas", apunta.

Mina Galván afirma que, antes de dejar de pagar, la gente pide dinero a familiares y amigos y solicita préstamos. «No son sinvergüenzas ni ladrones; lo intentan todo", apunta.

"No cobro y encima les tengo que pagar los recibos del agua"

Los propietarios creen que la Justicia tarda en actuar. Un lucense tuvo que abonarle al Concello 2.700 euros por las deudas de su inquilino

Los propietarios de pisos con inquilinos morosos soportan en ocasiones las consecuencias de un problema social que no les corresponde solucionar a ellos. María (nombre ficticio) lidia desde hace años con varios inquilinos que no abonan el alquiler y además le generan gastos.

"Tengo una casa de dos plantas en A Milagrosa y alquilé los pisos en 2015. Al principio pagaban. Se retrasaban, pero cumplían. Sin embargo, en la pandemia dejaron de pagar porque escucharon en las noticias que ya no había que abonar los alquileres, así que no volvieron a pagar nada desde 2020. Y lo peor es que además no pagan el agua y el Concello me pasa a mí los recibos, unos 500 euros trimestrales . Me deben más de dos años de alquiler y, me están costando dinero", dice.

Esta lucense llamó a numerosas puertas para exponer su problema. "Fui a hablar con la alcaldesa, con la subdelegada de Gobierno y con la candidata del PP, pero nadie me da una solución. Nadie empatiza con los propietarios que estamos pasando por esto", afirma.

María acudió también a un abogado para que la Justicia le ayudara a recuperar sus propiedades, pero lleva meses esperando que actúe. "Puse la denuncia y, después de esperar diez meses, fijaron la fecha del juicio y el día anterior lo suspendieron. Fui al juzgado y no me dieron ninguna explicación. Yo sigo sin cobrar y pagando recibos, pero a ninguna administración le importa este problema", lamenta.

Otro lucense que lleva varios años sin cobrar el alquiler de un piso destaca también el problema que suponen los gastos que le genera su inquilino. "En una ocasión, el Concello de Lugo me pasó de repente un recibo de agua de 2.700 euros porque el hombre llevaba años sin pagar el agua. Además de no cobrar la renta, te encuentras con esto", lamenta.