La décima feria artesanal de Castroverde batió récords de visitantes

Se superaron con creces los 5.000 asistentes previstos, que abarrotaron la villa todo el día. Un centenar de puestos se instalaron en el recinto, hubo talleres y un desfile de moda
La feria de Castroverde ofreció talleres de diversos oficios tradicionales a los visitantes
photo_camera La feria de Castroverde ofreció talleres de diversos oficios tradicionales a los visitantes

La Feira da Artesanía e a Gastronomía de Castroverde batió este domingo, en su décima edición, récords de visitantes, superando con creces las cinco mil personas que tenía previsto el Ayuntamiento.

La villa estuvo a rebosar durante toda la jornada y encontrar un aparcamiento no resultaba fácil. A la hora de la comida, conseguir una mesa en cualquiera de los restaurantes era una aventura incierta, mientras desde el mediodía hubo colas ante las casetas del pulpo, instaladas en la carballeira del recinto ferial, cuyas mesas sirvieron de gran comedor en el que se dieron cita muchas familias y grupos de amigos.

El alcalde, José María Arias, se mostraba totalmente sorprendido por el éxito del mercado, una iniciativa que pretende ser un escaparate de toda la producción del municipio. "Pola mañá houbo moita xente, pero pola tarde é incrible as persoas que se atopan no recinto, eu creo que incluso máis que a medodía", destacaba el regidor. En este sentido, reconocía que las condiciones meteorológicas (nublado, pero sin lluvia y con una temperatura agradable) fueron claves en el éxito de esta décima convocatoria de la feria. "Con este tempo, a xente non se vai a praia e ven a feira", aducía el regidor.

PUESTOS. En la muestra participaron más de un centenar de comerciantes, la mayoría de los cuales instalaron sus puestos en los alpendres de piedra tradicionales que se conservan en el recinto. Podía encontrarse todo tipo de artesanía, desde muebles de madera a prendas de vestir con tejidos elaborados a mano, pasando por bisutería y una amplia variedad objetos para la decoración, así como trabajos en piedra.

Por lo que se refiere a la gastronomía, en los puestos se encontraban auténticas delicatessen como chorizo de jabalí, pero también productos más tradicionales en la zona, desde quesos a pan y empanadas, pasando por los frutos de la huerta.

De forma paralela, varios de los artesanos estuvieron durante toda la jornada haciendo demostraciones en directo de sus oficios. Los visitantes, sobre todo los niños, disfrutaron con los talleres de torno y tallado de madera, vidrio, telar o cantería, entre otros.

MODA. La feria, que permaneció abierta desde las diez de la mañana hasta bien entrada la noche, se completó con otras actividades.

Por quinto año consecutivo, tuvo lugar el desfile ‘Castroverde está de moda’, organizado por María Nogueira, en el que mostraron sus creaciones Estefanía Pérez, Muselina y Craft&Tea y Tina Cortón, así como los complementos comestibles de Postrería de Noe. El pase de moda fue introducido con un permorfance del artista lucense Juan José Lomarti. que llamó mucho la atención entre los presentes.

También hubo una muestra de coches y motocicletas clásicas, así como animación musical.

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