Las cadenas hoteleras y los grupos de inversores que han mostrado en los últimos meses su interés por adquirir el Gran Hotel Lugo dispondrán de diez días hábiles, a contar desde este viernes, para concretar sus ofertas, según la información de que dispone el personal del alojamiento de la Avenida de Ramón Ferreiro.
No existe un precio de salida, pero los postores tendrán que cubrir con su oferta económica al menos el préstamo hipotecario que la propietaria del cuatro estrellas, la sociedad en disolución Proalsa, tiene contraído con una entidad financiera; las deudas salariales a los empleados; las cuotas de estos a la Seguridad Social y los pagos pendientes a la Agencia Tributaria. Además de la cuantía económica, otro de los requisitos que se valorará a la hora de decantarse por un comprador será el mantenimiento de los puestos de trabajo. Tendrá que subrogar a toda la plantilla, formada por unos 24 empleados.
POSTORES. Este cuatro estrellas, de 167 habitaciones y con casi 40 años de historia, ya tiene encima de la mesa desde este verano una oferta, pero se prevé que pueda recibir otras tres o cuatro a raíz del interés mostrado en las últimas semanas por empresarios lucenses y del resto de Galicia y por conocidas cadenas hoteleras españolas con presencia en todo el mundo.
Este cuatro estrellas, de 167 habitaciones y con casi 40 años de historia, ya tiene encima de la mesa desde este verano una oferta, pero se prevé que pueda recibir otras tres o cuatro
Desde que está a la venta han mostrado interés por hacerse con este céntrico establecimiento desde cadenas como Barceló u Hotusa –esta que es del chantadino Amancio López Seijas ya adquirió el Gran Hotel Santiago– hasta un hostelero que explota cuatro negocios en Lugo, que encabezaría a un grupo de empresarios lucenses.
Este verano se ha clarificado la situación del Gran Hotel Lugo, que parecía condenado al cierre antes de que finalizase el año y a la venta del inmueble, sin cargas de personal y fuera de servicio, en una subasta pública.
El alojamiento de la Avenida de Ramón Ferreiro ha tenido un buen nivel de ocupación a lo largo de este verano y cuenta con reservas para las fiestas de San Froilán, en octubre. Pasadas estas patronales se reducirá el número de pernoctaciones.
