La temporalidad palía el drama del paro

El desempleo bajó en abril un 13,7% respecto al mismo mes de 2014, pero sigue siendo mucho más alto que en 2008. Los agentes sociales advierten de que solo uno de cada diez contratos en Lugo son indefinidos

Las frías estadísticas invitan a un cauteloso optimismo. Abril se cerró con 24.039 desempleados en la provincia de Lugo, 3.818 menos que en el mismo mes del año pasado, lo que supone un sustancial descenso del paro en un 13,7%, según los datos facilitados por la Consellería de Traballo e Benestar.

Sin embargo, esa mejoría solo se tradujo en un humilde incremento de 1.388 afiliados a la Seguridad Social -hay 115.155-. Hay que tener presente que esa es la caja de la que salen los fondos para pagar las diferentes prestaciones.

Las cifras son alentadoras con respecto a hace un año. Pero si la mirada se echa hacia más atrás, al inicio de la recesión, todavía distan mucho de que ya se pueda avistar la luz al final del túnel y recuperar los niveles de empleo.

En 2008 cuando, más tarde que en el resto del Estado, en Galicia se comienzan a sufrir los primeros efectos devastadores de la crisis había en la provincia de Lugo 8.555 parados menos que hoy en día -en siete años se ha producido un desplome del empleo del 55,2%- y 18.659 inscritos más a la Seguridad Social -la caída es del 13,9%-.

Este ha sido el tercer año concecutivo en que mengua el paro en abril en los últimos ocho ejercicios y el primero en el que se ha producido un tímido repunte del número de afiliados.

Estos datos generan reacciones enfrentadas entre los actores del melodrama en que se ha convertido desde hace siete años el mercado laboral. El Gobierno irradia confianza. La patronal aprecia una mejoría, aunque no se mueve un ápice de la prudencia. «Con más de 24.000 parados en la provincia no podemos echar las campanas al vuelo, aunque sin duda se percibe una mejoría en abril y esto siempre es una buena noticia», afirma el secretario general de la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL), Jaime López.

A los sindicatos más representativos no les acaban de convencer esas cifras esperanzadoras. El secretario general de CC.OO. en Lugo, Ramón Fariña, afirma que reflejan una realidad «engañosa» y «fictia». Su homólogo de UGT, Ángel Tomé, considera que la «maquillan» y Antonio Niño de la CIG califica como «un insulto» que a partir de ellos se pueda interpretar que se está produciendo una recuperación.

«Unha imaxe vale máis que mil palabras, cando máis de 6.000 persoas fan cola para presentar a súa solicitude para un traballo», recordó el máximo responsable de la central nacionalista en alusión a la reacción ciudadana que se produjo hace un par de meses con la oferta de empleo hecha por un hipermercado que tiene previsto abrir en la capital lucense a la vuelta de verano.

«Que baixe o paro non se traduce en que se cree emprego. Só aumentan os asalariados que cobran por debaixo do salario mínimo interprofesional», puntualiza el secretario comarcal de CIG Lugo-A Mariña.

Una de esas cifras que contribuye a que surja más de una duda sobre si se está caminando por la senda adecuada hacia la recuperación económica es que 9 de cada 10 contratos que realizan las empresas lucenses a trabajadores son temporales.

precariedad. Ese avance, humilde o agigantado dependiendo del cristal con el que se mire, es interpretado por la parte social como pan para hoy y hambre para mañana. Advierte de que el paro se reduce también en parte por el desaliento de los desempleados de larga duración, que se desapuntan de las listas oficiales, porque en la mitad de los casos ya se les agotaron las prestaciones.

La precariedad laboral es su caballo de batalla. El secretario general de CC.OO. en Lugo augura que «dentro de unos meses volverán a aumentar las colas del paro» porque, a su juicio, el «mínimo» crecimiento de afiliados a la Seguridad Social es a base de contratos temporales, pero no de indefinidos.

En esa línea incide también su homólogo de UGT. «De que nos vale ter máis afiliados se a Seguridade Social recauda menos porque non son contratos a tempo completo senón en precario e por horas, dúas, catro, seis horas...?», se pregunta Ángel Tomé.

El dirigente ugetista dibuja un sombrío panorama. «Movémonos nun mercado de traballadores pobres», afirma Tomé, que además de esa precariedad laboral advierte de que «os empregados a tempo completo cobran menos debido as reduccións salariais dos últimos anos».

sectores. Además de en el tipo de contratos, que «siguen en su mayoría siendo temporales, un 90%», Jaime López hace hincapié en los sectores donde se genera empleo, sobre todo servicios, lo que, a su juicio, «en Lugo se traduce probablemente en el peso de una administración pública que tras años de sequía empieza a contratar o en el papel, sin duda dinámico, de la hostelería».

Mientras, el secretario comarcal de CIG Lugo-A Mariña atribuye el buen comportamiento de abril también a que «hai un incremento de obra pública polo periodo electoral, o efecto da Semana Santa e a que xa de por si é un bo mes pola estacionalidade».

Esa mejor cara se está percibiendo más en la construcción o en los servicios que en la industria. Aunque parezca que no, el tipo de sector que avanza cuenta. Antonio Niño lo explica: «Se na industria houbera creación de emprego, aportaría estabilidade e produciría valor engadido e postos indirectos, mentras que a construcción e os servizos xeneran temporalidade».

La patronal lucense precisa que «está por ver» si esa mejoría es «puntual o sostenible en el tiempo». La CEL hace un repaso al comportamiento del mercado laboral en el primer trimestre de este año en la provincia de Lugo, en el que, según recuerda, se produjo «todavía una tasa de desempleo del 16,8%, sin duda mejor que el 21,8% que se registraba en el primer trimestre de 2014, pero todavía muy lejos de valores como el 6,2% de los primeros meses de 2008, justo antes del estallido de la crisis».

Y a la hora de proponer medidas su secretario general reclama «un compromiso mayor» por parte de las diferentes administraciones públicas. Considera necesario potenciar sectores estratégicos como el turístico o el agroalimentario. Así le parecen «muy interesantes» los proyectos relacionados con el Camino Primitivo. Pide también que «se contrarreste el envejecimiento poblacional con iniciativas concretas y sostenibles».

A LECTURA dos datos laborais adoita ser dicotómica. Así, os últimos publicados conclúen que España -tamén Galicia- reduce paro e crea emprego a un ritmo case inaudito atendendo á serie histórica. Pero, tamén, que é maioritariamente precario e temporal ou a tempo parcial.

Canto a Lugo, súmanse ingredientes para a cociña estatística no económico e o aliño político do feito diferencial. Con taxas de actividade e ocupación semellantes ás da contorna, a de paro -16,8%, logo da última EPA- é comparable á observada no norte industrial (Guipúscoa, Navarra, Biscaia). Agora ben, a porcentaxe agocha correntes vellas, moi presentes. Pensemos que tamén coincide coas rexistradas noutro norte, despoboado e rural (Huesca, Lleida, Soria). Que se explica polo saldo vexetativo e o avellentamento, fenómenos demográficos que facilitan a substitución xeracional da ocupación doméstica. Que goza da colaboración dun amortecedor oficial (sector primario) e doutro informal (subemprego). E que o saldo migratorio -negativo dende 2013- fai, como no pasado, o resto.

En conclusión, Lugo presenta mellor panorama que o resto de país. Pero, en boa medida, porque nada ten cambiado. A gusto, pois, de calquera comensal.

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