"Non acordo outro ano igual"

La sequía costó ya al campo lucense más de 22 millones de euros

La mitad de la producción de maíz forrajero se da por perdida y en los cultivos que sobreviven el rendimiento será un 30% inferior. Además los gastos se disparan por la compra de alimentación y por el consumo eléctrico de los pozos de barrena para suministrar agua
Maíz poco desarrollado en la comarca de A Mariña
photo_camera Maíz poco desarrollado en la comarca de A Mariña

Los agricultores y ganaderos lucenses consultan angustiados la predicción del tiempo desde hace ya un par de meses. Un día más sin lluvias multiplica sus pérdidas, que ya son considerables pero todavía pueden ir a peor. El sindicato Unións Agrarias calcula que el quebranto en la provincia de Lugo sobrepasa, en un cálculo optimista, los 22 millones de euros. La escasez de lluvias ha arruinado la mitad de la cosecha de maíz forrajero -en Lugo se cultivan alrededor de 25.000 hectáreas y la producción de cada una se cifra en 1.800 euros-, uno de los principales sustentos de las granjas. En la otra mitad todavía puede salvarse algo, pero el rendimiento bajará un 30%, y eso suponiendo que llueva pronto.

Según los datos que maneja Unións Agrarias, la provincia de Lugo sería sin duda una de las más afectadas, pues tiene casi la mitad de la superficie cultivada de maíz en la comunidad, que alcanza unas 60.000 hectáreas.

La sequía se cebó con los cultivos forrajeros, en los que las granjas basan gran parte de la alimentación del ganado. De hecho, el ensilado de hierba ya sufrió también importantes mermas, otro número que sumar en el balance de pérdidas. «Este ano está sendo moi complexo para o campo», indica Javier Iglesias, de Unións Agrarias. «Houbo xa sequía na primavera que reduciu o ensilado e despois dúas semanas de choivas seguidas que impediron recoller o forraxe nas mellores condicións». A esto hay que sumar, apunta, los bajos precios de la leche y la carne.

Las pérdidas económicas se acrecientan si se suman lo que se han gastado los ganaderos en las siembras sin sacarle rendimiento alguno y lo que subirán los costes de producción. Sin embargo, los efectos nocivos de la sequía no terminan ahí. En muchas explotaciones de la provincia empiezan a tener problemas con el suministro de agua porque los acuíferos se resienten de la falta de lluvias.

Esta situación, que es bastante frecuente en Galicia hacia el final del verano, se produce sin embargo cuando todavía queda más de mes y medio de estío, lo que alarma todavía más al sector agrario. «O feito de que empezara tan pronto é moi preocupante. Eu non recordo outra tan temperá. É moi, moi grave», asegura Javier Iglesias.

precios. Un efecto directo de las actuales condiciones meteorológicas es el descenso de la producción, tanto por el mayor control de la alimentación como por el estrés que el calor causa en las vacas lecheras. Y ese descenso productivo redundará probablemente en una subida de precios, pero no en proporción suficiente para suplir las pérdidas, asegura Iglesias. También es de esta opinón Juan Pérez, del sindicato Xóvenes Agricultores, que apunta que quizás la sequía traerá el colchón de precios que se pide a la Administración.

Sin embargo, el contexto de la subida no es en absoluto positivo. «A nivel individual dependerá da situación de cada explotación. Os produtores non están por incrementar gastos e prefieren reducir a produción, pero hai xente que non pode porque ten un marxe moi pequeno», explica. En casos extremos, indica, incluso pueden plantearse reducir el número de vacas.

Además de poner a algunas granjas en una situación muy comprometida, el descenso de producción conlleva el riesgo de se pierda cuota de mercado en favor de otras comunidades.

Pérez también señala que la nueva Política Agraria Común (PAC) no contempla las pérdidas por problemas meteorológicos y teme que quienes tuvieron que diversificar cultivos para acceder a las ayudas no puedan cobrarlas porque algunos no llegaron ni a brotar, especialmente cultivos con poco arraigo en Galicia como la alfalfa. «Xa nos puxemos en contacto coa Administración para anunciarlles o problema, esperemos que se poida xustificar doutro xeito, como cas facturas de suministros», indica Juan Pérez.

otros cultivos. La sequía también afecta a otros cultivos, pero en menor medida. El viñedo resiste bien la sequía en esta época del año salvo en el caso de cepas jóvenes que sí pueden tener estrés hídrico y requieren riego para evitarlo. Las altas temperaturas y la falta de agua puede adelantar la vendimia, y aumentar el grado alcohólico del vino, pero la calidad no tiene por qué verse afectada, señalaron algunos bodegueros.

Algo similar sucede con los castaños, pues los ejemplares jóvenes sufren enormemente la falta de agua, pero los de más de diez años la resisten mejor.

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