Viviendas vacías y lista de espera

La prostitución repunta en A Tinería y frena la actividad empresarial

Los vecinos denuncian que algunas mujeres vuelven a pernoctar en el barrio y que hay al menos tres focos de actividad ► La Xunta acaba de anunciar nuevas rehabilitaciones de casas, pero sigue habiendo viviendas y locales públicos vacíos

La prostitución vuelve a repuntar en A Tinería. La actividad que definió el barrio durante décadas no solo sigue estando presente, sino que tras la reducción que experimentó en la década pasada, cuando llegaron las grúas y tras estas empezaron a regresar los vecinos, la prostitución vuelve a aumentar. En este momento hay al menos tres focos, sin contar el que existe al otro lado de la muralla, en O Carme, donde a algunas horas incluso parece mayor.

El bar Asturias, en la Rúa Miño, sigue siendo el único prostíbulo "oficial", pero en la Rinconada do Miño hay otro inmueble que funciona como tal desde hace mucho tiempo y en el último año se sumó otra casa, que fue remozada y dotada de servicios (electricidad, butano...). La asociación de vecinos intentó frenar su apertura, pero no lo consiguió porque las instalaciones estaban en regla.

En esa plazoleta y sus inmediaciones es donde la mayoría de las mujeres esperan a los clientes, que a veces resultan igual o más molestos para los vecinos que las prostitutas, según aseguran. La actividad es diurna, lo que condiciona la implantación de negocios ajenos a ella, pero la asociación denuncia que, de un tiempo a esta parte, algunas prostitutas vuelven a pernoctar en el barrio. En concreto, en pisos de la Rúa Tinería, a donde también llevan clientes, dicen los vecinos.

Algunos días también se ven mujeres esperando a clientes en el otro extremo del barrio, en el entorno de la Rúa Falcón, una zona en la que en algún momento hubo casas donde se practicaba la prostitución.

El deterioro de A Tinería contrasta con los planes del Concello para que el casco histórico sea declarado Patrimonio Mundial

Los vecinos demandan una ordenanza municipal que ponga coto a esta actividad en la calle, aunque también hay quien no la considera un problema. "Estaban aí cando chegamos, nalgún caso igual moito antes de que moitos de nós nacéramos", afirma Álvaro Villasante, que habita una vivienda de la Xunta desde hace cinco años. Reconoce que la prostitución no favorece la actividad empresarial diurna, pero en su opinión la principal razón de que esto suceda es que la Xunta no promociona los locales que tiene disponibles. "Están parados. Eu non sei onde están as bases, como se accede a eles...", afirma. Es una opinión compartida por algunas personas que en algún momento se interesaron por ellos.

Según la Xunta, hay diez locales ocupados en las rúas Tinería, Falcón, Miño y Recanto y Travesía do Miño, pero entre ellos cuenta las oficinas de turismo y de Proxecto Home. Otros están cerrados. La Xunta explica que los bajos se adjudican en compraventa o alquiler mediante subasta y, cuando esta queda desierta o son actividades de carácter público o social, de forma directa. Por este sistema hay tres bajos disponibles en Tinería y Miño. Próximamente se subastarán otros seis en la zona. El hecho de que no se den licencias para actividades de hostelería, como en otras zonas declaradas saturadas, es otro hándicap, en opinión de algunos emprendedores.

Las viviendas que todavía siguen en ruina y llenas de maleza, basura y alimañas también son motivo de queja de los vecinos, que piden más limpieza y que se tapien esos inmuebles, como mínimo.

El estado del barrio disuade a potenciales vecinos y empresarios y provoca que algunos acaben abandonándolo, como un joven que habitaba una casa de la Xunta en la Rúa Tinería entre otras dos en ruinas que contribuían a que por las paredes de la suya corriera el agua. El gasto en calefacción era muy elevado. Según datos de la Xunta, hay 71 viviendas públicas ocupadas, una pendiente de licencia municipal y trece en proceso (se sortearon en abril). Recientemente anunció la rehabilitación de otras cuatro casas, por dos millones.

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