La Policía registró en Lugo una decena de denuncias por los asaltos a mayores

La semana pasada hubo otros dos casos, en Albeiros y Monterroso

La Policía Nacional recogió, en los últimos tres meses, una decena de denuncias de personas mayores que sufrieron el robo de las joyas que llevaban consigo tras ser parados por una pareja para pedirles que les indicase una dirección. En todos los casos, el sistema es el mismo: dos mujeres o un hombre y una mujer se dirigen a un anciano que lleve una cadena al cuello y le preguntan por una dirección. Tras recibir la información, lo abrazan en señal de agradecimiento y le dan el cambiazo: le llevan la cadena de oro y le dejan otra de chatarra.

La semana pasada se dieron, al menos, dos casos más de los que tuvo conocimiento ayer este periódico. Uno, en Albeiros, y otro, en Monterroso.

En el caso de Albeiros, fueron dos mujeres las que se dirigieron a un anciano y le preguntaron dónde estaba el ambulatorio. Una vez que recibieron las oportunas indicaciones, lo abrazaron en señal de agradecimiento diciéndole que le iban a dar un regalo. El regalo se lo dieron: una cadena de chatarra. A cambio, le sustrajeron la de oro con una cruz que llevaba al cuello. El hombre que, al parecer, no se dio cuenta al momento del cambiazo, se dirigió después al centro de salud preguntando por estas dos mujeres -según él, rumanas-, pero no las encontró.

También la semana pasada, en Monterroso, tuvo lugar otro asalto. La víctima fue , como en Albeiros, otro hombre, que fue interceptado por un joven que se bajó de un coche para preguntarle por el centro de salud. Tras darle esta información a sus interlocutores, bajan dos mujeres del coche y abrazan al hombre, ‘agradecidas’, momento en que le quitan una cadena que llevaba al cuello y le dejan dos, pero de pacotilla.

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