'El Programa de Ana Rosa' pone sus ojos en Lugo y en la operación Carioca

El espacio de Telecinco emite imágenes de la vida íntima de García Adán, el principal investigado, en el marco de un reportaje vestido de 'falsa exclusiva' y trufado de incorrecciones

La operación Carioca se ha hecho un hueco en la televisión nacional a través de un reportaje emitido por El Programa de Ana Rosa en el que, ocho años después, el espacio pone sus ojos en la figura del principal investigado en la causa, José Manuel García Adán, que dirigía los prostíbulos Queens y La Colina. La pieza emitida por Telecinco, en la que se presentan como exclusiva hechos publicados y descritos por El Progreso a lo largo de los últimos años y que está trufado de incorrecciones, incluye una serie de imágenes que muestran la vida íntima del proxeneta, como es el caso del bautizo de su hija, en el que se puede ver a varios de sus presuntos cómplices. 

PROXENETA Y MALTRATADOR. José Manuel García Adán quemó su último cartucho para salir de prisión en febrero del año 2015. En esas fechas el Tribunal Supremo rechazó su recurso y confirmó la sentencia a veinte años y medio que le impuso la Audiencia Provincial de Lugo, por malos tratos y agresión sexual contra su exmujer.

El proxeneta que dirigía los prostíbulos Queens y La Colina sumaba así su primera condena en firme desde que en 2009 fue detenido en el marco de la operación Carioca. Por ese asunto ya pasó cuatro años en prisión provisional y está acusado de casi una decena de delitos, pero todavía no se ha sentando en el banquillo. Su primera condena le llegó por una investigación separada del sumario principal y enviada al juzgado de violencia de género, el número 3, y referida en exclusiva a su exmujer.

Tal y como relató esta en la vista oral en la Audiencia, Adán convirtió su vida en un auténtico infierno mientras estuvieron casados, incluso durante el embarazo y después de que naciera la hija del matrimonio. Los insultos, las palizas, las amenazas de muerte -incluso con la pistola en la cabeza- y las agresiones sexuales se convirtieron en el día a día de la pareja tanto en el domicilio familiar como en el Queens.