En Camiño Real hay chinos de segunda generación que se toman los vinos con los vecinos de toda la vida. Hay familias marroquíes que llevan años en el barrio y nunca tuvieron ni dieron problemas. Hay oriundos emparejados con extranjeros... La inmigración en sí no es un problema en Camiño Real, la arteria en torno a la cual crece el barrio de A Milagrosa y que vive una metamorfosis que no deja dormir –literal y metafóricamente– a muchos vecinos y comerciantes de la zona. El problema surge de las actividades que llevan a cabo colectivos muy concretos, de la falta de control que hay sobre ellas y de otras circunstancias que afectan al barrio.
La degradación urbanística, con muchas casas viejas, deshabitadas y en algunos casos ocupadas ilegalmente, y la proliferación de bares y pubs que generan mucho ruido y trifulcas dificultan la convivencia y hacen que la sensación de inseguridad crezca día a día. Hay vecinos –residentes y comerciantes– de los tramos más problemáticos que se plantean dejar el barrio y Camiño Real ha pasado de ser una de las zonas más cotizadas a tener pisos y locales comerciales vacíos.
A principios de la década pasada era más cara una vivienda en Camiño Real –en los tramos más próximos a la muralla– que en Acea de Olga o Augas Férreas. Ahora ya no solo es que no exista demanda para esta zona, es que los clientes la rechazan cuando se les ofrece y resulta muy difícil materializar operaciones inmobiliarias. "Na esquina coa Rúa Tui hai uns apartamentos preciosos de aluguer. Acabamos de alugar un, pero costounos moitísimo, cando hai uns anos anunciábalo en internet e a o día seguinte tiñas catro ou cino persoas interesadas. Na rúa Tui tamén temos un piso que en relación calidade-prezo está moi ben e antes teríamolo vendido cos ollos pechados. Agora vainos custar moito", cuentan en una agencia inmobiliaria. Como el resto de comerciantes y vecinos que ofrecen su testimonio, pide no ser citada, por medio a represalias.
En este momento el principal motivo de desazón son los bares de ambiente latino que funcionan en Camiño Real y en calles del entorno, como Tino Grandío, Tui y Poeta Cabanillas. La música a alto volumen, la concentración de clientes en la calle y las grescas tanto de noche como a plena luz del día han llevado a algunos vecinos a iniciar una campaña pública, que incluye recogida de firmas, para denunciar la situación ante la "inacción" del Concello. Este asegura, a través del portavoz de la Policía Local, que se está interviniendo en la zona, pero las denuncias policiales no surten efecto y hay locales que incumplen las medidas que les han sido impuestas. "Eu o que pido é que a lei sexa igual para todos. Non entro en se son inmigrantes ou non, pero teñen que cumprir as normas para facer reformas, para abrir e para funcionar. E se non se cumpre e hai bulla, a administración ten que estar enriba. Sabendo o ambiente que hai nesta zona e os problemas que xeran algúns locais, a Policía tiña que ter máis presenza no barrio·, explica una comerciante de Camiño Real.
El problema se recrudece los fines de semana de madrugada y al amanecer, pero las molestias que ocasionan estos locales y algunos de sus clientes son casi constantes. "Xente que antes ía por Camio Real, agora vai pola Avenida da Coruña", se queja otro comerciante. "Eu vivo na Milagrosa e, se saio de traballar algo tarde, dou un rodeo pola Avenida da Coruña", confirma una empleada de otro local.
Una calle todavía comercial
La metamorfosis de la Rúa Camiño Real de Lugo
La degradación urbanística, la ocupación de casas y la proliferación de bares y actividades conflictivas quita el sueño a los vecinos ► A principios de la década pasada era más cara una vivienda en esta zona que en Acea de Olga y hoy cuesta dar salida a pisos y locales
