La capital lucense es uno de los lugares donde una extrapolación de los resultados del domingo a unas elecciones municipales depararía un vuelco. La Marea lideraría una coalición de izquierdas, con siete concejales frente a seis del PSOE. El BNG desaparecería y el PP se quedaría a 14 votos del décimo edil, que le daría la mayoría con el apoyo de los tres concejales que obtendría Ciudadanos, uno más de los que tiene ahora.
El éxito que obtuvo En Marea en Galicia -la coalición de Podemos, Izquierda Unida y Anova-, y también en Lugo, donde consiguió un escaño a costa del PP, lleva a reflexionar sobre qué sucedería si en las municipales la marea lucense y Esquerda Unida se presentaran juntas. Lugonovo tiene entre sus filas a algunos militantes de EU, entre ellos algunos históricos, pero en mayo la formación presentó candidatura propia.
A pesar de que no hizo campaña para En Marea, ayer el portavoz de Ace-EU en el Concello, Carlos Portomeñe, se mostró satisfecho del resultado obtenido por la coalición y envió un recado al gobierno municipal: «Xa pode tomar nota do que está pasando, do que está trasladando a sociedade», dijo.
En Marea no solo ganó al PSOE en numerosas mesas de la ciudad, sino que en alguna también superó al PP. Sucedió en mesas del centro Maruja Mallo, de As Mercedes, de Fingoi, de Augas Férreas, del Multiusos de la Xunta, del IES A Piringalla y de Lamas de Prado, entre otras. En otras, PP y PSOE empataron, como Casa das Linguas y Residencia das Gándaras.
El BNG fue la fuerza de izquierda que más apoyo perdió el domingo, un 60% de los votos respecto a las generales de 2011. Su portavoz en el Concello, Rubén Arroxo, declinó analizar el resultado. La formación, que concurrió bajo el nombre de Nós Candidatura Galega, no llegó ni a la media docena de votos en varias mesas electorales. Como anécdota, en la parroquia de Poutomillos solo una persona votó a Nós y en Romeán, dos.
Sí analizó los resultados la alcaldesa, Lara Méndez, cuyo partido también sufrió un gran revolcón. El PSOE no ganó en ninguna de las mesas del municipio, de manera que cedió el segundo puesto a En Marea.
Sin embargo, Méndez valoró el resultado porque «hai maioría de esquerdas». «Quedou claro e manifesto que a xente non quere maiorías absolutas xordas como foi a do PP, que non escoitou as demandas dos colectivos que reivindicaban as necesidades dos seus sectores, como educación e sanidade», afirmó.
La regidora puso a Lugo como ejemplo de cómo deben actuar los partidos en el nuevo mapa político, «poliédrico e plural». «Require de consenso e de diálogo, tal como se fai en Lugo desde os últimos meses», afirmó, a pesar de que la oposición en el Concello se queja constantemente de falta de diálogo.
Tampoco el PP esquivó la pérdida de votos. Bajó un 15%, pero fue la primera fuerza y eso, junto a la «debacle» del PSOE, le valió para sacar pecho al portavoz municipal, Jaime Castiñeira. El PP consiguió el domingo casi 5.000 votos más que la candidatura que el concejal encabezó en las municipales de mayo.
Castiñeira destacó que, tras Ourense, Lugo fue la ciudad gallega en la que mejor resistió el PP, con más de diez puntos de distancia de la siguiente fuerza. Cree que el PSOE acusó la falta de tirón de Orozco y en el pleno de ayer no pudo evitar ponerlo de manifiesto. «Herdaron os votos de Orozco, pero os lucenses cambiaron o testamento e non os validaron para estas», dijo a las socialistas. El PP ganó en todas las mesas de la zona rural.
Jaime Castiñeira Portavoz del PP Herdaron os votos de Orozco, pero agora os lucenses cambiaron o testamento», dijo a los socialistas Lara Méndez Alcaldesa Hai maioría de esquerdas; quedou claro que a xente non quere maiorías absolutas e xordas como foi a do PP» Carlos Portomeñe Portavoz de Ace-EU O goberno socialista xa pode tomar nota do que está pasando, do que está trasladando a sociedade».
