La vallas agravan el caos junto al Ángel Carro los días en los que hay fútbol

El viernes un camión que se incorporaba a la N-VI quedó atascado en uno de los accesos en A Cheda debido a los turismos mal aparcados
El tráiler atrancado el viernes en el acceso a la Nacional VI en A Cheda
photo_camera El tráiler atrancado el viernes en el acceso a la Nacional VI en A Cheda

El último partido de liga de esta temporada que ha disputado el CD Lugo en el estadio Ángel Carro, celebrado el pasado viernes frente al Levante, volvió a evidenciar las deficiencias que presenta el entorno de este estadio de fútbol en materia de tráfico y de acceso de aficionados, que le reciente instalación de valles en la N-VI parece haber agravado.

El pasado viernes, poco antes de las diez de la noche, cuando estaba a punto de arrancar la segunda parte del encuentro, quedó atascado un tráiler que pretendía incorporarse a la carretera Nacional VI, en dirección hacia A Coruña, en la rotonda de A Cheda.


La medida adoptada en mayo por Fomento de instalar vallas en la N-VI para mejorar la seguridad vial se ha vuelto en contra


El vehículo pesado no podía girar debido a que había varios turismos mal aparcados a cado lado del enlace. Un agente de la Policía Nacional que estaba de servicio auxilió al transportista. Los demás conductores tuvieron que dar un rodeo para poder acceder a la carretera para tomar la dirección hacia la capital herculina.

VALLAS. La medida adoptada el mes pasado por el Ministerio de Fomento de vallar toda la N-VI desde el campo de fútbol hasta la Calzada da Ponte se puede volver en contra. Este enrejado pretende impedir que los aficionados que bajan a pie al Ángel Carro pongan su vida en peligro cruzando la carretera por donde no deben. Sin embargo, ese obstáculo ha provocado que los que optan por acudir motorizados amontonen todavía más sus vehículos en las proximidades del estadio, entorpeciendo la circulación por ejemplo en los accesos a la N-VI.

Asociaciones y partidos políticos llevan años solicitando que Fomento construya un paso sobre esta carretera en A Cheda para facilitar el acceso a los que van caminando al campo de fútbol. Pero su demanda cae en saco roto.

Una de las razones que esgrime la administración central para no acometer esa obra es que los peatones ya tienen una alternativa para acudir al campo de fútbol, el paso subterráneo que hay al lado del Pazo de Feiras e Congresos. Esa descuidada infraestructura, que está plagada de baches, parece un vertedero incontrolado y tiene un acceso incómodo, está todavía más impracticable porque las trombas de agua de los últimos días han embarrado este sendero.

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