La fianza no cubre los daños de la fase parada de la cárcel

Un peritaje determinará quién paga los 36.000 euros de sobrecoste
Fachada principal de la vieja cárcel
photo_camera Fachada principal de la vieja cárcel

La fianza de 136.000 euros incautada en 2014 a la unión temporal de empresas adjudicataria de la primera fase de rehabilitación de la vieja cárcel, que renunció a acabarla al entrar en concurso de acreedores, no llega para cubrir los 172.000 euros que costó reparar los daños derivados del estado en el que se dejó la obra y del tiempo que permaneció parada.

La noticia fue avanzada ayer por la edil del PP Isabel Devesa, quien se lamentó de que este proyecto «siga encareciéndose», mientras que la concejala de economía, Ana Prieto, confirmaba después que el Concello pretende que una de las empresas de esta sociedad asuma los 36.000 euros de sobrecoste, aunque un peritaje determinará finalmente quién debe hacerse cargo de esta cantidad.

Prieto explicó que el 16 de marzo firmó un decreto para reclamar los daños y perjuicios ocasionados por la paralización de la obra a las dos empresas de la UTE, Galdiano y ZUT. La primera, que al parecer está liquidada, no presentó alegaciones, pero sí la segunda, que además pide un peritaje al estimar que hay "inexistencia" e "inexastitud" de los daños reclamados.

La edil añade que la alegación fue admitida y que ahora se está a la espera de que se practique la prueba pericial. En todo caso, Prieto aclara que "los lucenses no van a tener que pagar esos 36.000 euros" y añade, frente a las críticas del PP sobre el sobrecoste de la obra, que el presupuesto inicial para las dos fases de rehabilitación del vieja cárcel era de 5,7 millones, aunque en las adjudicaciones hubo una rebaja de un millón.

La concejala de economía no aclara sin embargo cuánto va a costar el proyecto de modificado pendiente para la finalización de las obras, que ejecutará la empresa San José, adjudicataria de la segunda fase y que después se hizo cargo de la primera. La edil explica que se está a la espera de que los técnicos municipales y los de la firma lleguen a un acuerdo sobre las obras que es necesario realizar y su coste para contratarlas. Entre ellas figurarían la sustitución de la tarima que en principio se iba a rehabilitar, el acabado de zonas que en el proyecto inicial no se iban a usar o la reforma de la Rúa Soto Freire, cerrada desde hace meses a peatones y vehículos.

Mientras, Isabel Devesa cree que la reforma de la vieja cárcel, junto con el MIHL, "es otro ejemplo del sobrecoste de las obras municipales" y recuerda que hay una partida de 900.000 euros reservada para acabar la rehabilitación.

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