Decenas de edificios de la ciudad se encuentran en un limbo legal al carecer de licencia de primera ocupación. Disponen de los servicios básicos, a pesar de que la Ley de Vivienda establece que para dar agua o luz a una edificación esta debe disponer de esa licencia. En cambio, tienen dificultades para disponer de algún otro, como el vado, y su situación es comprometida porque los seguros de responsabilidad civil que tienen contraídos la mayoría de las comunidades podrían no responder a determinadas incidencias ante la situación irregular de los edificios. "Todo o que está fóra da lei non é susceptible de ter cobertura", afirma la presidenta del Colegio de Mediadores de Seguros de Lugo, Encarna Calaza. La realidad, sin embargo, es que, al menos en el caso de viviendas, la mayoría de las compañías suscriben las pólizas sin exigir el documento de primera ocupación.
La falta de esta licencia en edificios que llevan años construidos y habitados es una situación "anómala pero no inédita" y "bastante común" en muchos ayuntamientos, señala el presidente del Colegio de Arquitectos de Lugo, Raúl Veiga, quien la atribuye no tanto a un déficit de funcionamiento de las administraciones locales como a la desidia de propietarios y a la irresponsabilidad de técnicos. "Yo estoy harto de hacer legalizaciones de edificios que a veces llevan una década ocupados", apunta. El hecho de que la obra no se ajuste a la licencia concedida o que no se haya cumplido el deber de urbanizar suelen ser motivos para no obtener la licencia de ocupación.
En Lugo, la situación es conocida no solo por los afectados sino por profesionales de la construcción y por el propio ayuntamiento, según reconocen profesionales de distintos departamentos. Públicamente, la situación fue desvelada esta semana por el portavoz de Lugonovo, Santiago Fernández Rocha, quien, en el fragor del debate sobre la fiscalidad del Concello, reveló que su comunidad no puede obtener licencia de vado porque el edificio, construido a finales de los años noventa, sigue sin licencia de primera ocupación. En la bancada de enfrente, el edil de Ciudadanos Jesús Expósito, asentía porque él está en la misma situación. Ambos son residentes de la Ronda de Fingoi, donde hay más edificios de esta forma, al igual que en otras zonas de la ciudad. En su momento no la obtuvieron porque la urbanización de Acea de Olga no estaba acabada.
La falta de tributación por el uso de la acera para el paso del vehículo al garaje es una de las consecuencias de esa situación irregular y la pagan todos los ciudadanos, porque el Concello deja de ingresar dinero por ese concepto. Hay un dato muy revelador: el padrón de vados de este año tiene 3.912 recibos, que suponen una recaudación de 603.549 euros. Según el último censo del Instituto Galego de Estatística, del 2010, en Lugo hay 14.559 edificios. Con todo, la ausencia de vado no siempre es atribuible a situaciones irregulares, sino que hay propietarios y comunidades que eluden el pago. En la calle Pintor Corredoira, por ejemplo, hay varias urbanizaciones sin él, ya que, al ser calle sin aparcamiento, no hay riesgo de que les ocupen las entradas.
Son los propietarios de las viviendas, sin embargo, quienes más expuestos están por la falta de licencia de ocupación, ya que Calaza explica que cada vez es más habitual que las compañías de seguros exijan la documentación del edificio para hacerse cargo de siniestros. "É un risco económico e de seguridade. Somos pouco conscientes da responsabilidade que temos sobre os danos que se poden producir coas nosas propiedades. Incluso pode haber consecuencias penais", señala. Reconoce, sin embargo, que las compañías verifican riesgos y comprueban que las construcciones cumplen con todo en el caso de factorías, por ejemplo, pero que no suele ser habitual en las viviendas.
Para poner en orden los edificios que carecen de licencia de ocupación, los propietarios tendrían que presentar un proyecto de legalización y cumplir las exigencias de construcción actuales.
La falta de licencia municipal de ocupación deja en un limbo legal a decenas de edificios
Tienen servicios como agua y luz, a pesar de que la ley exige que los inmuebles tengan esa cédula, pero se encuentran dificultades para obtener otros, como el vado. Además, las compañías de seguros podrían no asumir siniestros
