La deuda de 27 concellos de Lugo es a día de hoy mayor que en el año 2011

Muchos de ellos arrastran los pagos pendientes a proveedores tras acogerse en 2012 al plan de la Administración central. Viveiro y Barreiros, los municipios más endeudados

La crisis y el descenso de ingresos obligó a las administraciones públicas a ajustarse el cinturón. El gobierno central aprobó medidas muy estrictas para controlar el déficit y la deuda pública, que afectaron a todos los niveles de la administración, también a los ayuntamientos. En la provincia de Lugo, mientras 31 concellos consiguieron reducir paulatinamente su deuda, 27 la incrementaron entre 2011 y 2014, a juzgar por los datos que maneja el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. En el caso de otros nueve, la situación no varió: no tenían deudas en 2011 y seguían sin tenerlas tres años más tarde.

En España, la deuda más abultada correspondía en 2014 al ayuntamiento abulense de Santa Cruz del Valle, que superaba los 9.400 euros por habitante a finales del año pasado. En la provincia de Lugo, ningun concello alcanza una cifra tan elevada, ni siquiera se supera la barrera de los 1.000 euros por habitante, aunque un par de concellos mariñanos -Viveiro y Barreiros- no andan lejos de esa cifra.

El título de municipio lucense más endeudado le corresponde a Viveiro, que a finales de 2014 tenía una deuda viva de 13,281 millones o, lo que es lo mismo, 834 euros por habitante. En 2011, debía siete millones menos.

Muy de cerca le sigue Barreiros que, con un pasivo de 2.430 euros, alcanzaba los 812 euros por cada habitante en 2014. Lo curioso de este municipio es que tres años antes, en 2011, su cuenta de débito estaba a 0.

El tercer puesto del ránking lucense de municipios más endeudados lo ocupa Antas de Ulla. El concello ulloano se sitúa en los 721 euros por habitante -contaba con una deuda de 1,552 millones a finales del año pasado-.

PAGO A PROVEEDORES. La razón principal de estas enormes variaciones en las cuentas pendientes de los ayuntamientos lucenses -como en los del resto de España- reside en el plan de pago a proveedores que el Ministerio de Hacienda puso en marcha en 2012 para combatir la morosidad en las administraciones públicas y reducir el nivel de endeudamiento. El programa ofrecía un préstamo a los ayuntamientos, comunidades autónomas y diputaciones en condiciones ventajosas -durante los dos primeros años solo debían pagar intereses- para poner al día los pagos atrasados a sus proveedores. Estos, a su vez, renunciaban a los intereses de demora si se acogían a este programa, que les garantizaba zanjar cuentas atrasadas, algunas muy antiguas.

El plan sacó así a la luz un volumen enorme de deudas de las administraciones y puso negro sobre blanco obligaciones contraídas en años anteriores que hasta entonces no se percibían en sus balances.

Algunos de estos proveedores, aunque se acogieron a la medida, no se confomaron con la pérdida de los intereses de demora y reclaramaron judicialmente. Una sentencia de un juzgado de Valencia reconoció este mismo año el derecho de varias farmacias que se habían acogido al plan a recibir también los intereses.

REDUCCIÓN. En una situación más favorable se encuentran, sin embargo, la mayoría de los ayuntamientos lucenses, que han conseguido reducir su endeudamiento en los últimos años o no han incurrido en ella. El que más lo ha rebajado es Lugo, seguido de Vilalba y Cervo. Otros nueve han conseguido mantener el capítulo de deuda a cero en estos años de austeridad.